Desde que Atenea castigó a Medusa, hija de Forcis y Ceto, a petrificar con su mirada y a lucir una repugnante cabellera de serpientes, la imagen de la Gorgona se ha ido transformando según las épocas, los valores, los contextos. La culpable, la víctima, la protectora, la femme fatale, la insignia del feminismo. Medusa en sus diversas versiones. Medusa, la poliédrica.
La Medusa con su cabello de serpientes y sus ojos feroces es una de las figuras mitológicas más emblemáticas del mundo griego. Aunque ocupó un lugar secundario en el imaginario de dioses y héroes, su personaje ha permanecido hasta la actualidad, ya que se ha representando infinitas veces en el arte, la literatura y el cine. Con el tiempo ha experimentado diversas facetas. Desde un monstruo horroroso, pasó a representar la sexualidad de la mujer hasta convertirse en un ícono de los movimientos feministas.