El Ateneo Mercantil celebró este miércoles la conferencia "Crímenes basados en hechos reales. ¿Por qué nos fascina el mal?" impartida por el psicólogo y criminólogo Vicente Garrido Genovés. En la webinar se explicaron las razones por las cuales el producto cultural true crime ("basado en hechos reales"), tanto en literatura como en obra audiovisual, ha experimentado un gran resurgir en los últimos años.
Garrido señaló que se pueden ver múltiples programas de ficción o documentales que muestran crímenes reales y son varias las editoriales que han desarrollado una colección dedicada a estos casos. "Sin duda, ha contribuido mucho la aparición de una televisión con múltiples plataformas como HBO, Netflix, Movistar... que generan una gran cantidad de programas, y su difusión en otros soportes, pero ha de haber otras razones", apuntó.
En las televisiones estadounidenses el true crime es un género muy asentado y en España, que estaba totalmente desaparecido, se han ido acercando a la audiencia teniendo un gran seguimiento. 'The Keepers', 'O.J Made in America' y 'Making a Murderer', 'Chernobil'... pero desde hace unos años se han grabado productos muy buenos como 'El caso Alcàsser', 'El caso Asunta', 'El crimen de la catana' o 'Muerte en León' del realizador británico Justin Webster.
Durante la charla también explicó las razones desde el punto de vista antropológico y social que nos lleva a consumir este tipo de programas y que, en el caso del buen producto true crime, cumple una serie de funciones necesarias tanto para el individuo como para la sociedad.
Los true crime permite a la audiencia, a través de la crónica negra, a saber muchos más datos que los que conocían a priori, además, ayudan a conocer cómo era la sociedad de la época y que mentalidad tenían. Los true crime prefieren no llegar al morbo, ni al gore, y se centran en la información esencial.