La Real Archicofradía de Nuestra Señora de los Inocentes, Mártires y Desamparados es una institución que a lo largo de sus más de seis siglos desde su fundación, el 1 de agosto de 1414, ha realizado una labor social con los más desfavorecidos y con enfermos mentales, y ha sido la encargada de conservar y proteger desde sus orígenes la imagen y la Basílica de la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados.
En poco menos de dos años la institución celebrará el Centenario de la Coronación de la Virgen. En 1923 fue "el año de la Virgen". El acto de la proclamación canónico fue un 12 de mayo de 1923. Para contar la historia, hay que echar la vista atrás, hasta el 15 de octubre de 1921, fecha en la que el Papa Benedicto XV concedió el privilegio para la coronación de la Mare de Deu dels Desamparats como patrona de Valencia. Desde entonces, los preparativos y actos se venían sucediendo hasta la visita oficial para dicho acontecimiento. Un acontecimiento apoteósico para la fecha.
En 2023, se cumplirá el primer centenario de la Coronación Pontificia de la Virgen de los Desamparados, una de las más importantes señas de identidad religiosa del pueblo valenciano, la que desde el siglo XV está entrañablemente ligada a la interesante e intensa historia de la ciudad. Un centenario que llegará tras el parón provocado por la epidemia del coronavirus.
Fue un obispo viudo el promotor principal e impulsor de la idea de coronar canónicamente a la Virgen de los Desamparados como Patrona de Valencia, Enrique Reig y Casanova. Ya como arzobispo, Reig y Casanova, solicitó al papa Benedicto XV el 1 de septiembre de 1921 la gracia de que "se conceda el honor insigne de la solemne Coronación a la Imagen de la Bienaventurada Virgen María, la que bajo el tiernísimo título de Madre de Desamparados –Matris Desertorum- es venerada en esta Ciudad y honrada con no interrumpido y cordial culto por los fieles… Así que, para honor y alabanza de la Santísima Virgen María, para gloria de su Unigénito Hijo y para aumento de la devoción del pueblo valenciano a su amadísima Madre y Patrona, encarecidamente pide a V.B. la gracia de ceñir solemnemente la cabeza de la veneranda Imagen con corona de oro adornada de piedras preciosas".
El 15 de octubre de1921, el Cardenal Rafael Merry del Val comunicó la autorización de la coronación que había concedido el papa Pío XI mediante un diploma acreditativo. El arzobispo Reig al mismo tiempo que pedía permiso para la coronación a Roma comenzó a mover a toda la sociedad valenciana. Convocó una Asamblea Magna de Caballeros y otra de Señoras donde reunió a las fuerzas vivas, los cargos públicos, nobleza, colegios profesionales, Universidad, asociaciones y entidades económicas y culturales, patricios, empresarios… hubo un gran consenso en la sociedad valenciana.