El abogado penalista, criminólogo y presidente de la Asociación Casal de la Pau, Juan Molpeceres, abordó cuestiones sobre la reinserción de esas personas que salen de prisión y lo hacen sin apoyo familiar ni recursos económicos. La reinserción es el fin al que deben ir dirigidas las penas de prisión, según lo que establece la Constitución española. Pero parece que la sociedad ha perdido el interés por la reinserción, lo cual es un error, ya que la misma no solo redunda en beneficio del condenado sino de toda la sociedad, puesto que si el delincuente encuentra una opción de vida, será mucho más improbable la reincidencia.
Más que delincuentes, hay que pensar que son personas que cometen delitos, y que todo el mundo merece una segunda oportunidad. La sociedad tiende a poner distancia con las personas que salen de prisión, sienten que están más seguros lejos de ellos, pero ellos ya han pagado un duro castigo, se les ha privado de libertad, y en España, aunque parezca lo contrario, es de los países con el código penal más duro de Europa, con largas penas de prisión. No se sabe si es por estas altas condenas o por algún otro motivo, pero España, aunque desde los medios de comunicación y desde otros sectores se vende inseguridad, es de los países con menos delitos.
La mitad de las personas que entran en prisión lo han hecho por algún tipo de delito relacionado con las drogas, normalmente por falta de recursos económicos. También hay un alto índice de personas que tienen problemas mentales o algún tipo de trastorno, pero en lo que hay que incidir, aunque ase tenga otra percepción social, es que más de 80% de las personas que salen de prisión no vuelven a reincidir y los que lo hacen suelen ser en delitos de robo. Con terapias y educación en la prisión, sube el porcentaje de no reincidentes hasta el 97%. Ahí es dónde hay que incidir en buscar la mediación para que el preso pueda reinsertarse en la sociedad con un empleo y que pueda rehacer su vida.