El Diputado Provincial de Asuntos Taurinos, Toni Gaspar, fue el gran protagonista este jueves en la Tertulia Taurina celebrada en el Salón Sorolla del Ateneo Mercantil de Valencia. Junto a Toni Gaspar, en la mesa estuvieron presentes Manuel Gómez, presidente de la Tertulia Taurina del Ateneo y miembro de la junta rectora de la institución, Juan Coca, secretario de la Tertulia, y el periodista, Salvador Ferrer, presentador del acto.
Gaspar tranquilizó al mundo del toro porque sacó a pasear su gran virtud, la palabra. El de Faura es uno de los políticos más dialogantes, sabe escuchar y siempre busca soluciones consensuadas. “Los nuevos tiempos obligan a replantear ciertas cosas y a veces eso genera conflictos. Yo apuesto por resolverlos con diálogo y respeto. De ese modo, todo es más enriquecedor”. Aficionado y amante de la cultura del toro, Toni Gaspar, habló para los aficionados taurinos que se dieron cita en el Ateneo en busca de respuestas, pero también para aquellos que quieren acabar con toda la industria en torno al toro.
“He recibido innumerables preguntas y provocaciones estos días en torno a la polémica prohibición del bou embolat en Valencia. Decir que somos bárbaros es muy fácil, pero la ley dice que somos otra cosa, dice que somos cultura. Yo creo en la libertad, creo en la palabra y en el ejercicio de la política para arreglar los problemas de los ciudadanos. La palabra prohibir está fuera de mi vocabulario”, destacó.
Toni Gaspar se expresó en valenciano, su lengua materna, para sentirse más seguro y expresar con mayor exactitud todo lo que quería decir. Buscó la palabra correcta en cada instante. Comenzó la lectura de un discurso bajo el titulo: “Plaza de toros: presente y futuro”, A punto está de cumplir su primer año al frente de su cargo en la Diputación desgranó todo su trabajo en las instituciones: “La delegación que dirijo funciona en equipo y lo hace bajo tres pilares. Primero: el diputado representa, no manda. Debe escuchar y tratar de ayudar. No tiene que hacer lo que le gustaría a título personal, sino lo que le demandan los aficionados. Segundo: la plaza debe ser la catedral del mundo taurino y del no taurino, convertirse en un lugar de encuentro, y considero que ha estado infrautilizada".
"Trabajamos en una nueva ordenanza en torno a su uso. Queremos habilitar espacios para que las peñas y asociaciones puedan desarrollar allí sus actos, pero aún necesitamos convencer a Patrimonio. Tercero: la plaza debe generar sus propios recursos, debe ser autónoma en ese sentido. Depender de la subvención siempre acaba mal. Entre la activación del Museo Taurino y la ordenanza de los nuevos usos esperamos emprender un camino de fortaleza”.
En estos momentos la Plaza de Toros, la "Catedral del toreo", como la llamó Gaspar, pertenece a la Diputación y hasta 2019 se firmó un pliego de actividades que se van a seguir realizando, pero muchas preguntas fueron para ese futuro pliego que se deberá discutir y firmar en el futuro: “El pliego se hará transparentemente. Mi intención es que todos nos sintamos representados en él. Por eso, para su elaboración, quiero escuchar a todos, porque quiero que responda a todas las sensibilidades”.
Gaspar confesó haber sentido “prácticamente desde el primer día” la confianza del mundo taurino. Y es que ha demostrado que la política no se puede mezclar con los toros por eso antepone su pasión taurina al político. Lo demostró en la manifestación del pasado mes de marzo en Valencia, cuando prefirió un segundo plano en la cabecera del acto. Dejó la importancia del acto a los verdaderos protagonistas: los toreros, los ganaderos, los empresarios taurinos... “En mi opinión los toros no entienden de partidos ni de ideologías políticas. Desde el primero día que llegué tengo claro que aquí se viene a servir y no a servirse”.
Por último quiso dejar claro que la instituciones no tienen la obligación de fomentar el mundo del toro en las nuevas generaciones, eso debe recaer en los padres como ocurre en otros sectores. “El vivero no puede depender de una institución. Los ciudadanos no podemos delegar todo en las instituciones. Ese papel de inculcar la afición nos corresponde a cada uno de nosotros”.