La exposición del Doctor en Medicina, cirujano y vicepresidente 2º de la Associació Cultural Amics de la Real Academia de Cultura Valenciana, el Dr. D. Fernando Sastre Olamendi fue perfecta y desgranó como la Germanía de Valencia tan sólo ha trascendido hasta nuestros días en el callejero de la ciudad de Valencia.
La Germania de Valencia fue la unión fraterna de los gremios y sellada con el juramento solemne para conseguir objetivos comunes y defenderse ante cualquier peligro. "Fue la primera revolución social de occidente entre 1519 y 1522, más de 200 años antes de la Revolución Francesa, el levantamiento de las clases populares antes las estructuras de poder de la época", destacó Fernando Sastre.
La sociedad valenciana tenía una estructura feudal, la gobernación estaba monopolizada por la nobleza, por el brazo eclesiástico, dos brazos que no pagaban impuestos, y el brazo real, es decir el pueblo, el que mantenía a los otros dos brazos. Hay que explicar que la situación económica del Reino de Valencia era boyante, se venía del Siglo de Oro Valenciano, había una clase media que tenía acceso a la cultura por la aparición de la imprenta y que quieren participar en el poder.
"Los valencianos no tenemos un gran monumento que recuerde a la Germanía de Valencia, pero es verdad tenemos reliquias que recuerdan a aquel momento. Cruces en varias poblaciones o en el nombre de las calles de Valencia hay simbólicos de las guerras de la Germanía. Hay que recordar que ellos fueron los primeros liberales de la historia, por lo que durante la aparición del Liberalismo muchos años más tarde se dan cuenta de que deben recoger lo que hicieron en la historia. La Germania ha estado siempre silenciada, pero se ha ido recuperando poco a poco un evento que es el más interesante del pueblo valenciano".
Las Germanías están olvidadas en la ciudad de Valencia. No existe un monumento que reivindique aquel movimiento, aunque es verdad que han llegado hasta nosotros algunas calles como las siguientes:
La Gran Vía de Germanías: siempre llamada la Germanía, la Hermandad, ha sido la más destacada que recoge este periodo de la época y de la historia de Valencia y del Reino de Valencia. Pero hay más calles que recogen a personajes claves de la historia por ambos bandos:
Calle de Viciana que recoge la memoria de Rafael Martínez de Viciana, que participó como correo del ejercito nobiliario y fue escribiendo un libro de memorias de lo que fueron las batallas.
Calle de Escolano, que fue un párroco de San Esteban y miembro fundador de la Academia de los Nocturnos. Fue escritor e historiador. Fue cronista del Reino de Valencia y escribió obras literarias que gozaron de gran popularidad entre la que destacó "Década primera de la Historia de la Insigne, y Coronada Ciudad y Reyno de Valencia" en la que se recogió la Germanía.
La Gran Vía Fernando el Católico. El Rey Fernando contrajo segundas nupcias con Germana de Foix, una noble francesa que era sobrina del rey de Francia. En su época, las costas del Reino de Valencia estaban siendo castigadas por piratas berberiscos, para su defensa, este rey dictó en 1515 la orden de decena, una autorización a los gremios para que se armaran militarmente para defenderse por lo que tener armas no era un delito.
La Calle del Emperador que se refiere al nuevo monarca Carlos I. En esta calle estaba el colegio de los Niños Huérfanos por eso recibe el nombre de Colegio Imperial. Aparece el nuevo rey Carlos I al que no le interesaban las diferencias entre sus pueblos, Carlos juró los fueros del Reino de Aragón y de los condados catalanes, pero no vino a Valencia y eso provocó malestar.
Calle Joan LLorenç: Considerado como el ideólogo y fundador de la revuelta de las Germanías de Valencia. Agermanado del gremio de los velluters de Valencia, su objetivo era reivindicar activamente la restauración del monopolio gremial en la manufactura textil. Formó parte de la burguesía local de la ciudad de Valencia y actuó como el primer líder de la Junta de los Trece. A su muerte, el carácter moderado de la revuelta se sustituyó por uno más radical y bélico, capitaneado por Vicente Peris.
Pensaba que el sistema de gobierno ideal para Valencia sería como en el de Venecia en Italia. La Germania se extendió por todo el Reino, en el sur de valencia y en el norte de Castellón.
Calle Guillem Sorolla: Era un personaje que destacó entre muchos personajes populares. Provenía de una familia de porqueros, era tan hábil tratando que fue el elegido para hablar con el rey y presentó las reivindicaciones de la Germanía. Tras esta reunión el rey aceptó el armamento del pueblo, los nobles buscaron contrarrestar esta buena disposición y por eso enviaron otros representantes a hablar con el rey. Las relaciones entre la Germanía y la Corona eran buenas.
Calle Conde de Mélito. Título nobiliario español creado por Fernando el Católico en abril de 1503 a favor de Diego Hurtado de Mendoza y Lemos, hijo del Cardenal Mendoza, por sus servicios en Nápoles junto al Gran Capitán. Su nombre se refiere a Melito di Nápoles. Anteriormente, había sido conde de Mélito Lucas de San Severino, a quien se le confiscó el condado. Fue un militar prestigioso que hizo su nombre en las guerras de Italia, pero no conocía casi al pueblo valenciano.
El 20 de mayo de 1520 acude el virrey en Valencia. Se alojó en la Villa de Quart. Los agermanados ofrecieron obediencia al rey, pero no ocultaban su poder, junto a la Junta de los Trece desfilaron más de 8.000 hombres; se les entregó una carta en las que se les pidió que obedecieran al rey y que no tenía cabida una Germania. Los agermanados protestaron y el virrey se marchó diciendo que peligraba su vida.
El 11 de junio de 1521 matan a un joven en Valencia porque decían que tenía un plan siniestro para incendiar la ciudad. La Junta de los Trece se encontraban en mala situación porque había agermanados cada vez más radicales. La situación se les fue de las manos a lo moderados, por lo que tuvieron que pedir ayudar como mediador a Enrique de Aragón, el I Duque de Segorbe. Los Treces estuvieron de acuerdo, pero el ejercito que salió a por el virrey no les obedecería, por eso se hacía precisa la actuación de alguien más importante para que fuera escuchado por ambas partes y eso sólo lo reunía una persona en Valencia, el Marqués de Zenete.
Calle Marqués de Zenete: Era Rodrigo Hurtado de Mendoza que, con una personalidad arrolladora, se entendía con todos los grupos. Otros nobles tenían miedo a morir y se marcharon de Valencia, pero él seguía viviendo en la capital del Reino. Zenete podía ser capaz de resolver la situación. Hizo dos peticiones, 500 hombre armados como guardia personal suya, y que volvieran los radicales de Alzira.
Y llega la Guerra de las Germanías. La primera es la Guerra en el Norte del Reino:
El virrey Mendoza logró el apoyo del catalán Luis Oliver de Boteller, que envió una fuerza de 2.000 hombres armados al castillo de Peñíscola, que fue el centro de operaciones reales en el norte. El ejército de las Germanías, al mando de Miguel Estellés, ocupó el castillo de Murviedro el 25 de junio, y después, con tropas reclutadas en Villareal, Onda y Morella, saqueó y tomó el castillo de Alcalá de Chisvert.
Desde Onda los reales se dirigieron a Vall d’Uixó y Villarreal y los agermanados retrocedieron hasta Castellón. Los agermanados estaban en inferioridad para presentar batalla en Oropesa. El día 4 de julio, las Germanías sufrieron su primer gran revés en el campo militar con la derrota de las tropas de Estellés.
El ejército del duque de Segorbe se había instalado en Nules con la intención de tomar Murviedro, el único núcleo agermanado que resistía los envites. Finalmente, el 18 de julio, el duque de Segorbe volvió a derrotar a las tropas rebeldes en Almenara.
La Guerra del Sur del reino:
El fracaso de los agermanados en el Norte del Reino de Valencia no restó ímpetu en el sur donde el movimiento contaba con un apoyo militar mayor.
Calle del Embajador Vich: Gerónimo Vich llegó a Valencia procedente de Roma. Midió entre los agermanados de Alzira para que regresasen a Valencia, pero no consiguió nada.
Duque de Calabria: Fernando de Aragón, hijo del rey de Nápoles y virrey de Valencia, estaba prisionero en el Castillo de Xativa. En 1501, cuando las tropas de Luis XII de Francia y las de Fernando el Católico ocuparon el país durante la guerra de Nápoles, el joven Fernando fue sitiado en Tarento por las fuerzas españolas bajo el mando de Gonzalo Fernández de Córdoba. En el transcurso del asedio, éste le dio garantías de dejarle en libertad tras la rendición de la ciudad, pero a la entrega de la misma Fernando fue hecho prisionero y conducido a España. En 1521, durante la revuelta de las Germanías, Carlos V liberó a Fernando de su encarcelamiento.
Calle de Vicent Peris: era velluter, de Segorbe, tenía dotes de mando. Fue en busca del ejercito nobiliario. Fue capitán general del ejército agermanado, durante la revuelta de las Germanías en el Reino de Valencia. Fue el líder radical de la revuelta que sustituyó al moderado Juan Llorens. Obtiene un gran éxito militar el 25 de julio de 1521 al derrotar en Biar al virrey Diego Hurtado de Mendoza y sus caballeros.
Pero el movimiento perdió unidad y la noche del 18 de febrero de 1522, en una desesperada aventura con el fin de reavivar la revuelta, Vicente Peris se introduce en Valencia, instalándose en su propia casa y congregando a sus partidarios, lo que desembocó en un duro combate durante toda esa noche por las calles de Valencia, hasta que un grupo de soldados consiguió incendiar su casa. Vicente Peris se entregó al capitán Diego Ladrón de Guevara. El 3 de marzo de 1522 entran definitivamente las tropas reales en Valencia, realizándose la ejecución de Vicente Peris y sus más directos colaboradores.
Calle del Conde de Oliva: El Virrey no quería entrar en combate con los agermanados, pero este conde presionó para entrar cuanto antes en el combate.
Calle San Francisco de Borja: El hijo del Duque de Gandía y que fue santo de la Iglesia. Su familia lo mandó a la corte del emperador Carlos I de España y en 1522 se encontraba en el palacio de Tordesillas para servir a la reina Juana.
Se disuelve la Junta de los Trece. El 30 de julio de 1521, la Junta de los Trece de Valencia dimitía en bloque, dejando el camino abonado para la intervención del virrey y de los nobles en pos de la restitución del orden regio. Llega la Batalla de Orihuela, el 30 de agosto en donde los agermanados tuvieron más de 2000 bajas.
El 9 de noviembre entró en Valencia como vencedor de la Guerra. El marqués de Cenete logró negociar con los jurados el aislamiento del líder agermanado; las conversaciones entre ambos fueron nulas: don Rodrigo le ofreció un perdón que Peris no aceptó y prefiriendo volver a Valencia para recuperar la Germania. El 2 de marzo la casa natal de Peris, en Barón de Cárcer, fue atacada por unos 3.000 hombres, y ni Peris ni sus defensores pudieron hacer nada por evitar su muerte.
Con la rendición de Xativa y de Alzira llega el fin de la Germania, las capitulaciones, la primera el 5 de diciembre y la segunda el 7 de diciembre de 1522.
La gran represión:
Calle de la Reina Na Germana: Doña Germana de Foix. El virrey que tanto combatió a los agermanados, en 1523 nombró a Doña Germana de Foix como Virreina. A pesar de que el virrey Mendoza había expedido un perdón general el 21 de octubre de 1521, la llegada en 1523 de la nueva virreina, Germana de Foix, hizo que la represión fuese mayor, ya que el perdón sólo afectaba a la ciudad de Valencia y no al Reino. Las represiones fueron durísimas. Finalmente, el perdón en 1528 significó el fin del movimiento. La reina está enterrada en el Monasterio de San Miguel de los Reyes.
La derrota de los agermanados implicó la definitiva marginación del artesanado de la administración y un proceso de refeudalización en el campo que fue paralelo al endeudamiento nobiliario y a la consolidación del imperialismo de Carlos I. Un total de 12.000 muertos en los campos de batalla, junto con mucha población que abandonó sus hogares.
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