El descubrimiento de Herculano y Pompeya despertó en la sociedad un enorme interés por las antigüedades clásicas, interés que dio lugar al movimiento que conocemos ahora como neoclasicismo. Algunos autores han señalado que el neoclasicismo es por encima de todo, un movimiento regeneracionista que surge como reacción frente al rococó y que nace con la intención de purificar el arte. De acuerdo con los teóricos de este movimiento, los pintores no debían limitarse a copiar la naturaleza, sino que tenían que idealizarla. Dada la gran escasez de restos de pinturas de la antigüedad clásica conservados, los pintores se vieron obligados a buscar las fuentes de la inspiración en los modelos escultóricos. En consecuencia se pierde casi el interés por el color, que tan importante había sido en el barroco. La primacía corresponde ahora al dibujo, es decir a los contornos bien definidos. Se impulsaron principalmente desde las Academias.
El romanticismo es un movimiento artístico y cultural que se inicia hacia 1830 y que se sitúa a continuación del neoclasicismo. El romanticismo surge como una reacción ante el arte severo, rígido y frío del neoclasicismo, Los elementos básicos del romanticismo son el individualismo, la libertad y la ruptura con las convenciones. Por otro lado el arte se identifica con el nacionalismo y lo que este representa en relación con las tradiciones y los valores de cada pueblo, Otra de las características, es el gusto por la singularidad o la diferencia, algo que propicio los viajes de muchos artistas de la época, a los países orientales o simplemente exóticos.
En el romanticismo se manifiesta una clara primacía del color sobre el dibujo y la línea. De hecho, en algunos casos, la utilización de colores brillantes y de luz llega a destruir las formas. Las composiciones son dinámicas. El movimiento es tal que llega a ser convulsivo y los gestos de los personajes representados suelen ser dramáticos. Se utiliza una pincelada suelta, vibrante, con el fin de dar más expresividad a los cuadros. Los temas son muy variados, abundan lo de carácter histórico. También los temas exóticos están muy presentes. Los retratos representan a los personajes con un aire melancólico, de tristeza o soledad. Aunque la pintura de este tiempo sigue dedicando mucha atención a los temas de carácter religioso, estos se suelen representar con un carácter simbólico. Es la época en la que mayor libertad tenían los pintores, podían elegir los colores, los temas e incluso las dimensiones de los cuadros. Los pintores ya eran valorados por si mismos, lo que les resultaba positivo para ellos.
Cabe recordar que el movimiento romanticista no tuvo demasiados seguidores entre los pintores españoles y menos todavía entre los valencianos, donde la mayoría siguieron fieles a los principios de las Academias y se mantuvieron en la línea del neoclasicismo.