Napoleón Bonaparte... militar, Primer Cónsul y Emperador de los franceses. Su figura emergió con la Revolución Francesa y sus importantes victorias al frente del ejército francés lo encumbraron. Becado con sólo nueve años para estudiar en la Academia Militar de Brienne. En sólo seis años se gana el respeto de todos por su carácter y liderazgo mostrado. Es entonces cuando se traslada a París para continuar su formación militar en una de las academias más importantes del país. Con 16 años logra el título de oficial. Su primer destino fue Valence. Estalla la Revolución Francesa y con ella su despegue hacia la cima.
Ese joven y bajito militar ya tiene el rango de capitán y en breve alcanza la gloria en la batalla de Tolón, donde doblega a las tropas inglesas. Regresó a París y en 1795, vence a los monárquicos en las calles parisinas. Esta victoria fue clave para salvar a la revolución. Desde entonces, fue nombrado comandante del Ejército francés en Italia.
Napoleón Bonaparte condujo a los franceses a vencer a los austríacos, 1796 y 1797, en Italia en tres puntos claves como fueron Lodi, Arcole y Rivoli. Tras esta campaña regresó a París y fue recibido como un héroe y conquistador.
Emprendió la conquista de Egipto con el objetivo de cortar la comunicación comercial de Gran Bretaña con la India y Oriente Medio. Tuvo que salir de Egipto para defenderse ante la alianza militar de Austria, Gran Bretaña y Rusia.
En 1799 fue nombrado Primer Cónsul de Francia tras un golpe de Estado. Con este cargo obtuvo poderes casi dictatoriales. Mientras que seis años después, en 1804, en la catedral de Notre Dame, fue nombrado Emperador. Toda la admiración que el pueblo francés le tenía, se tornó en decepción por ese acro. cuando Para muchos supuso una enorme decepción. Estaba obsesionado con el poder y logró que el Imperio francés alcanzara su máximo esplendor.
Sin embargo, el Imperio napoleónico comenzó a tambalearse por la economía y por la alianza de España y Portugal con Gran Bretaña para acabar con su hegemonía. A estos dos factores se unió que Napoleón trató de invadir Rusia, pero fracasó, el frío y el hambre acabó con su ejército. En Europa no cesaban las revueltas en contra de los franceses, comenzaron a perder batallas, mostraron debilidad y en 1814, Napoleón abdicó como Emperador de Francia.
Pero quedaba por llegar el plato fuerte, la Batalla de Waterloo. Napoleón Bonaparte que había sido exiliado y encerrado en la Isla de Elba, planea un nuevo ataque desde allí del que vence y vuelve a lo más alto de nuevo, aunque no por mucho tiempo. En cierta manera regresaba su Imperio pero los Ingleses lo derrotaron en Waterloo, aalí acabó su "Imperio de los Cien Días", se entregó y fue exiliado a un islote de África, Santa Elena, donde murió.