Grupo de Lectura 1: Fecha: 23 de Marzo de 2019. Lugar: Sala de Juntas del Ateneo Mercantil. Nº de asistentes: 18. Editorial: Paidós. Pág: 251.
Autor: Zygmunt Bauman (Polonia, 1925 – Leeds, 2017) premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades junto a Alain Touraine en 2010. Fue catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Varsovia. Su carrera académica lo llevó a ejercer la docencia en las universidades de Leeds, Tel Aviv, The London School of Economics, entre otras. Se destaca por su visión reflexiva de esta ciencia. Bauman no es un sociólogo típico, es un filósofo de la vida cotidiana. Asimismo, Leónidas Donskis es profesor de Política en la Universidad Vytautas Magnus, Lituania. Ambos intelectuales decidieron unirse para escribir el libro.
Sinopsis: El mal no es algo novedoso; ha estado con nosotros desde tiempos inmemoriales. Pero sí hay algo nuevo en el tipo de maldad que caracteriza nuestro mundo contemporáneo líquido-moderno. El mal se ha vuelto más penetrante, menos visible, se oculta en el tejido mismo de la convivencia humana y en el curso de su rutina y reproducción cotidiana. En su forma presente, el mal es difícil de detectar, desenmascarar y resistir. Nos seduce por su ordinariedad y luego salta sin previo aviso, golpeando aparentemente al azar. El resultado es un mundo social que es comparable a un campo minado: sabemos que está lleno de explosivos y que las explosiones ocurrirán tarde o temprano, pero no tenemos ni idea de cuándo ni dónde ocurrirán.
En Maldad líquida, Zygmunt Bauman y Leonidas Donskis guían al lector a través de este nuevo terreno en el que el mal se ha vuelto más ordinario y más insidioso, amenazando con despojar a la humanidad de sus sueños, proyectos alternativos y poderes de disentir en el momento en que más se necesitan.
Cometarios: Se señaló por algunos de los asistentes que se trataba de un libro denso e intenso, más para estudiarlo que para meramente leerlo, porque es difícil de entender en bastantes de sus pasajes y porque contiene muchas citas y teorías que sólo personas iniciadas en el tema son capaces de entender. Algunos recalcaron que, una vez expuestas las ideas centrales en las primeras páginas, se había convertido en un libro repetitivo y a veces cansino. Tan es así que algún asistente dijo que no había tenido más remedio que leerlo a trozos, sin orden ni concierto.
Bastantes asistentes admitieron que no estaban preparados para entender los múltiples pormenores y detalles que contiene el libro. Otros dijeron que no habían podido terminarlo por esas mismas razones. Además, muchos centraron sus comentarios en que el libro recogía una visión excesivamente pesimista de la sociedad actual, casi apocalíptica, hasta el punto de que algunos hablaron que la única vía era resetear y volver a empezar, apuntándose incluso a que quizá una guerra podría ser la solución final para los males de la sociedad.
Por contra, algunos otros abogaron por oponerse a la tesis central del libro y subrayar que sí hay alternativas, básicamente centradas en defender y promover la democracia hasta sus últimos rincones para evitar que populismos y nacionalismos se nos adueñen, porque ninguna sociedad es perfecta como tampoco lo es el ser humano, pero el aspecto bondadoso y benéfico del mismo es lo que permitirá superar cuantas adversidades se planteen, tal y como siempre ha sucedido en la historia, cosa que fue tachada por otros de ingenuidad.
El presentador recalcó que en el libro se analizaban muchísimos temas de la actual sociedad, cada uno de los cuales merecería un debate separado, e hizo especial énfasis en que su intención fue traer a debate un ensayo con la complejidad del tema abordado para así romper el molde habitual de centrarse en la linealidad de una obra de ficción, tal y como ha venido haciéndose hasta ahora. Pero también reconoció que la extensión del libro le parecía algo excesiva, ya que se podría haber dicho lo mismo con bastantes menos páginas.