Una de las cosas que generan más división y polémicas en Europa que la distinta fiscalidad de los países miembros. Existen regímenes tributarios controvertidos. Suiza, Andorra, Gibraltar y las islas del Canal de la Mancha están bajo la lupa. La UE pone algunos nombres y apellidos y propone medidas punitivas más allá del escarnio, como la prohibición de acceso a fondos europeos y la obligación de los Estados de intensificar la vigilancia y las auditorías a quienes operen allí.
Pero por el mundo existen múltiples países: Samoa Americana, Barbados, Bahrein, Bahamas, Guam, Corea del Sur, Macao, Islas Marshall, Mongolia, Namibia, Palau, Panamá, Santa Lucía, Samoa, Trinidad y Tobago, Túnez y Emiratos Árabes Unidos han sido las incluidas en la lista negra. Además, Bruselas ha cerrado otra lista -la gris- con hasta 47 países que se han comprometido a modificar su legislación. La medida ha logrado enfadar a los afectados. La lista negra comprende a 17 países cuyos compromisos son insuficientes y la llamada lista gris incluye a 47 países que han empezado a hacer cambios en sus legislaciones tributarias por la presión europea.