El coordinador de la Escuela de Filosofía del Ateneo Mercantil de Valencia, Antonio Lastra, ha afirmado que leer los pasajes de "Historia de la guerra del Peloponeso" de Tucídides es una oportunidad de pensar "en el significado de la vida en común (de la ciudad), en nuestro propio poder (el imperio de Atenas sería nuestro estado del bienestar) y en la fragilidad de la sociedad".
Guión de la sesión de Webinar "La enseñanza de Tucídides sobre la plaga"
Antonio Lastra ha realizado estos comentarios durante la webinar que han celebrado esta tarde la Escuela de Filosofía del Ateneo Mercantil con el título "La enseñanza de Tucídides sobre la plaga" a través de Zoom y que ha sido presentada por el vicepresidente de la Fundación del Ateneo, Carlos Climent.
Como ha detallado el profesor Lastra, la descripción de la plaga en la "Historia de la guerra del Peloponeso" es la fuente originaria de cuantas descripciones tenemos en la literatura posterior. "Se trata, por tanto, de un texto original y clásico que nos permite pensar en la continuidad de las experiencias humanas y ordenar nuestra percepción de los acontecimientos", ha apuntado.
En este sentido, ha comentado que Tucídides enmarca la descripción de la plaga entre dos discursos de Pericles: el famoso epitafio u Oración Fúnebre por los caídos en la primera campaña de la guerra y el último de sus discursos.
"Al enmarcar la descripción de la plaga entre dos discursos del gobernante de Atenas, Tucídides sugiere que la plaga es un acontecimiento político, además de médico” añadiendo “de hecho, el silencio de los tratados hipocráticos sobre la plaga de Atenas convierte la descripción histórica en una referencia política", ha señalado Antonio Lastra.
Para el coordinador de la Escuela de Filosofía, el epitafio de Pericles constituye una exaltación de la ciudad y del imperio de Atenas. "Pericles llama al régimen de Atenas democracia. La descripción de la plaga sigue a la descripción de la democracia. La democracia le ha dado a Atenas todo su poder", ha explicado.
Por último, ha indicado que "a la potencia política le sigue la debilidad de la enfermedad. La escuela de Grecia da paso a lo que Tucídides llama 'anomia', la falta de ley. La enfermedad supone, sobre todas las cosas, el desprecio a la ley. En su segundo discurso, Pericles reconoce que la plaga es "demoníaca" y escapa a la capacidad de los seres humanos para dirigir su vida".