El siglo XIX fue una época de grandes cambios y transformaciones en el arte, especialmente en la pintura. D. Amando García expresó la dificultad de seleccionar a sólo tres pintores destacados debido a la abundancia de talento de esa época. Finalmente, optó por tres artistas muy diferentes pero influyentes: Claude Monet, Edvard Munch y Vincent van Gogh.
Primero analizó la obra de Claude Monet, comenzando con su lienzo de 1866 titulado "Desayuno sobre la hierba", un tributo a Edouard Manet. Esta obra refleja los inicios del impresionismo, caracterizado por el uso de la luz y la atmósfera al aire libre. Se destacan otras obras de Monet, como "Camille en el jardín", donde la luz y la composición son esenciales, y su serie de la catedral de Rouen, que muestra cómo la luz cambia la percepción de un mismo objeto.
El segundo pintor es Edvard Munch, conocido por su estilo expresionista. Sus obras exploran la profundidad emocional y psicológica de sus sujetos, como en "El grito", donde el uso del color y la composición transmiten un intenso sentimiento de angustia. Munch se diferencia notablemente de Monet por su enfoque en el simbolismo y las emociones humanas.
Finalmente, se aborda la obra de Vincent van Gogh, un pintor autodidacta cuyas obras están llenas de color y emoción. Se mencionan varias de sus obras icónicas, como "La noche estrellada" y "El dormitorio en Arlés", que muestran su singular estilo postimpresionista. Van Gogh se distingue por sus pinceladas audaces y su capacidad para capturar la esencia de sus paisajes y escenas cotidianas con una intensidad emocional única.
En resumen, el siglo XIX en la pintura es una era de innovaciones y diversidad estilística, ejemplificada por la obra de Monet, Munch y Van Gogh, quienes, a pesar de sus diferencias, contribuyeron significativamente a la evolución del arte.