Puedes ver sus efectos reflejados en tu estado de ánimo, la salud de tu piel y cabello, tu deseo sexual, tu nivel energético, etc. Y es que estas hormonas juegan un rol fundamental en nuestras vidas, por eso es importante conocerlas, entender cómo funcionan y las consecuencias de tener un desequilibrio.
Dentro de las principales hormonas femeninas, encontramos aquellas que son producidas en los ovarios: Estrógeno, progesterona y testosterona y aquellas que se sintetizan en el cerebro: Hormona Folículoestimulante (FSH) y Hormona luteinizante (LH).
En esta sesión se trata de recordar conceptos y solventar dudas sobre el vaivén hormonal que tiene la mujer a diario; y, al mismo tiempo, concienciar a los hombres para que comprendan algo de ese ir y venir hormonal. Durante 50 años, el Dr. Enrique García ha estado dedicado profesionalmente a la salud de la mujer: intentar tranquilizar a las mujeres, en la salud y en su enfermedad. En el año 2003 en el congreso nacional sobre Ginecología, se trató sobre las unidades de Ginecología Oncológica, en un intento de cuidar la salud de la mujer enferma de cáncer, de forma multidisciplinar: mejorando siempre la calidad de vida y la dignidad de la persona. Los ginecólogos-oncólogos han de tener un compromiso humano para tratar de atender a las enfermas con cáncer ginecológico y a las enfermas con cáncer que, además, tienen problemas ginecológicos.
Javier García Tena un joven novel que, durante la pandemia, recogió sus escritos en el libro “Lo que me prohibí escribir”, y que gira exclusivamente en torno a la mujer y sus vivencias.
La charla de hoy es la traducción al lenguaje real del eje diencéfalo-hipotálamo-hipofisario-ovárico.
Las hormonas son mensajeros químicos segregados por las glándulas endocrinas y median en nuestro equilibrio, desarrollo y bienestar.
En primer lugar, el hipotálamo segrega la oxitocina que pone en marcha el mecanismo del parto. El tálamo segrega la melatonina que combina el ritmo sueño-vigilia. Las hormonas tiroideas regulan el metabolismo y el ritmo cardíaco. La dopamina es una hormona que comunica las neuronas entre sí. Las cápsulas suprarrenales segregan la adrenalina que alertan al organismo ante un peligro. Las endorfinas actúan como una droga natural, no adictiva, que reduce la percepción del dolor. El timo regula las células T y el sistema inmune. El páncreas segrega la insulina, que regula los niveles de azúcar en sangre. Las hormonas sexuales en los hombres fundamentalmente se da por la testosterona; y en la mujer, los ovarios segregan los estrógenos, la progesterona y la testosterona. En ambos, la hipófisis regula las hormonas sexuales. Las hormonas sexuales femeninas están dormidas hasta los 10 años. Y a partir de esa edad, se ‘despierta’ y se desarrolla como mujer.
Las hormonas sexuales de la mujer proceden de su propio cuerpo que es el que las fabrica. Hay dos etapas: desde la infancia (10-11 años) hasta los 50 años; y luego, la menopausia. Las hormonas sexuales se fabrican en los ovarios principalmente.
La matriz o útero tiene el tamaño de una pera. Es un músculo. Con forma helicoidal. La capa interna es el endometrio. Es el único órgano del cuerpo que siendo sano, sangra. La matriz no segrega ninguna hormona sexual. Simplemente alberga al feto.
Los ovarios, mandan. Tiene un tamaño como una nuez. Tienen una parte interna con puntos negros (ovocitos) que están en reposo desde el nacimiento hasta los 10 años: a esta edad se activan y comienzan a crecer. A los 14 días se forma un folículo con forma de huevo: es la ovulación. Se desprende un óvulo y lo que queda toma color amarillo: cuerpo lúteo. Si hay fecundación, entonces hay un embrión que necesita comer y segrega la hormona beta-hCG: gonadotrofina coriónica humana, también conocida como la hormona del embarazo, ya que el organismo empieza a secretarla en el momento en que se produce la implantación del embrión en el endometrio.
La mujer no puede producir más ovocitos que los que tiene cuando nace.
El ciclo ovárico o menstrual se produce cada 28 días. Y están reguladas por las hormonas ováricas e hipofisarias. En días de menstruación, los niveles de estas hormonas son prácticamente cero; y aumentan poco a poco, hasta el día 14: en que tres de ellas suben un pico; y luego van disminuyendo. El estrógeno baja, tiene un pequeño pico y vuelve a bajar; y la progesterona sube del todo en la segunda mitad del ciclo. Hay que fijarse en los efectos que se producen en los tejidos dianas: porque preparan una riqueza tisular impresionante para dar cobijo y alimento al embrión. Si no hay fecundación, el tejido que ha crecido (endometrio) se desvitaliza y se pierde. Los estrógenos producen un crecimiento en grosor del endometrio de la matriz; y la progesterona alimenta al embrión en la segunda mitad del ciclo: todo está destinado para el embarazo. Si no hay embarazo, se produce la regla. La progesterona facilita la anidación y el desarrollo de los primeros pasos.
El embarazo es una revolución, aunque sea natural… Se producen cambios dinámicos en la mujer. La progesterona induce el sueño y el descanso. Los estrógenos aumentan 10 veces la matriz. La gonatrofina coriónica alimenta al feto. La oxitocina crea el sentimiento maternal de la mujer. Los ovarios mandan sobre el comportamiento hormonal de la mujer. La hipófisis manda sobre el ovario y el hipotálamo sobre la hipófisis.
La regla es una consecuencia del “fallo de embarazo”. La regla es una caída brusca de los niveles hormonales cuando no se produce el embarazo. Todo está perfectamente organizado, aunque, en ocasiones, se puedan producir algunos desajustes o desarreglos.
Hay una frase que quizá resuma lo dicho hasta ahora, referente a esos vaivenes que tiene la mujer a lo largo de su vida, atribuida a Norma Jeane Mortenson (Marilyn Monroe): “Una de las mejores cosas que me han pasado es que soy mujer. Esa es la manera en que todas las mujeres debieran sentirse”.