La pintura de los Estados Unidos tiene una historia de dos siglos, a partir de la independencia del país. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los artistas pintaron sobre todo paisajes y retratos en un estilo realista. Las tendencias del arte moderno en Europa llegaron a los Estados Unidos a través de exposiciones en Nueva York. Con anterioridad, los artistas estadounidenses habían basado la mayoría de su obra en la pintura occidental y las artes europeas. Después de la Segunda Guerra Mundial, Nueva York reemplazó a París como el centro del mundo artístico.
La conquista del Lejano Oeste trascendió a lo largo del siglo XIX su dimensión de acontecimiento histórico fundacional de los Estados Unidos de Norteamérica para convertirse en un mito universal, en el que la leyenda fue sustituyendo a la historia. La fascinación por los majestuosos paisajes inexplorados, las formas de vida y costumbres de las tribus indias y la exaltación de tramperos y cowboys se recogieron en un amplio elenco de obras de distintos géneros. Una evolución de la pintura que nos llevará, en esta primera conferencia hasta el American Gothic ("Gótico estadounidense"), cuya imagen idílica llega con la obra de Grant Wood de 1930, que se ha convertido en un icono en la cultura popular, siendo una de las imágenes del arte moderno estadounidense más reconocidas y parodiadas.