En la conferencia sobre el pintor Joan de Joanes realizada por el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, se analizaron los inicios de la fortuna crítica del artista en los siglos XVI y XVII. La leyenda de Joanes se asentó en su triple condición de gloria local, pintor ejemplar y artista piadoso, y quienes la forjaron, de Escolano a Vicente Vitoria pasando por Pacheco o Jusepe Martínez, no dudaron en potenciar, e incluso distorsionar, aquellas facetas de la personalidad de Juanes afines a sus intereses particulares.
Las obras maestras de Joan de Joanes realizadas a lo largo de su vida se demuestra que buena parte de su inspiración artística, lejos de ser propiciada por algún viaje a Italia, o quizás a Flandes, se concretó en Valencia. Ciudad en la que se dieron los condimentos necesarios para que éste desarrollara un poderoso estilo sincrético y personal que lo convirtió en uno de los pintores españoles más destacados del siglo XVI.
A diferencia de otros artistas del siglo XVI, la biografía de Joanes sigue deparándonos multitud de lagunas que, como hitos insondables, abarcan desde su fecha de nacimiento, su rol en la ejecución del retablo mayor de la catedral de Segorbe, su indudable protagonismo en el retablo de San Eloy para la capilla de los plateros en la parroquial de Santa Catalina de Valencia, su tardía emancipación del taller paterno hasta su hipotético viaje a Italia, por mencionar unos cuantos y a título de ejemplo.