La primera vuelta al mundo comúnmente se atribuye erróneamente a Fernando de Magallanes, cuando en realidad fue completada por Juan Sebastián Elcano. Magallanes, un almirante portugués al servicio de la corona española, comandó una expedición con la misión de encontrar un paso a través del Atlántico hacia las islas de las especias, navegando por el hemisferio español. Sin embargo, Magallanes no logró completar la circunnavegación, ya que murió en Filipinas. Fue Elcano quien tomó el mando de la expedición y logró regresar a España en 1522, completando así la primera vuelta al mundo.
Magallanes, tras no recibir las recompensas esperadas de la corona portuguesa, ofreció sus servicios al rey de España, Carlos I. A pesar de las dificultades políticas y la guerra de las comunidades, Magallanes consiguió el apoyo necesario en Sevilla para su expedición, en gran parte gracias a sus conexiones y al apoyo de personas influyentes como el alcaide Jorge de Portugal y el cosmógrafo Ruiz Faleiro. La expedición, compuesta por cinco barcos, zarpó en agosto de 1519. Aunque enfrentó numerosos desafíos, incluyendo la falta de experiencia y problemas legales de algunos tripulantes como Elcano, la misión culminó exitosamente con Elcano completando la circunnavegación en la nao Victoria.
El apasionante viaje
El 18 de agosto de 1519, cinco barcos zarparon de Sevilla rumbo a Sanlúcar de Barrameda, donde permanecieron 40 días antes de reanudar su travesía el 20 de septiembre. Durante este tiempo, la flota consumió gran parte de sus alimentos frescos, lo que afectó la provisión de la expedición. Aunque no se conoce con certeza la razón de esta prolongada estadía, algunos historiadores han especulado sobre posibles causas. La escuadra, comandada por Fernando de Magallanes, continuó hacia el sur, llegando a las Islas Canarias para abastecerse nuevamente antes de cruzar el Atlántico. Las tensiones entre Magallanes y su tripulación española, especialmente con el inspector Juan de Cartagena, derivaron en un motín en la costa de Argentina, que Magallanes logró sofocar, dejando a Cartagena y a otros amotinados abandonados a su suerte.
Durante la travesía, la expedición enfrentó diversos desafíos, incluida la pérdida de la nave Santiago y la deserción de la San Antonio, que se llevó consigo gran parte de los suministros. A pesar de estas adversidades, la flota encontró el estrecho que hoy lleva el nombre de Magallanes, conectando el Atlántico con el Pacífico. La expedición sufrió graves penurias durante la travesía por el Pacífico, con la tripulación enfrentando hambre extrema y enfermedades como el escorbuto. Magallanes murió en combate en Filipinas, lo que cambió significativamente la situación de la expedición. Solo tres barcos continuaron, y tras una traición en la isla de Cebú, la flota se redujo a dos: la Trinidad y la Victoria. Decidieron quemar la Concepción debido a la falta de tripulación suficiente para operarla.
Finalmente, bajo el mando de Juan Sebastián Elcano, la Victoria emprendió el regreso a España por una ruta diferente, cruzando el océano Índico y bordeando el extremo sur de África. A pesar de las dificultades, Elcano logró llevar la nave a las islas de Cabo Verde, donde se reabastecieron antes de ser descubiertos por los portugueses. La Victoria llegó a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522, completando así la primera circunnavegación del mundo. Elcano recibió honores por su hazaña, y aunque Pigafetta, el cronista de la expedición, no mencionó al Elcano en sus relatos, la importancia de su logro quedó reconocida en la historia.