Hernán Cortés ha sido uno de los más grandes conquistadores del mundo. Sin muchos hombres y con su astucia conquistó México. Una historia que tiene dos versiones, una que fue temido por todos los indígenas, la otra, que es el padre de la patria. Cortés siempre fue un símbolo de la dominación española; si se le atacaba a él, se atacaba a España, el gran Imperio. En la conferencia se trató de resumir su vida y sus milagros, además de tocar otros aspectos más controvertidos de la vida del hombre que derribó el Imperio Azteca o descubrió California.
Cortés fue muy ambicioso, pero es una verdad a medias que este conquistador mediante la pólvora y el acero exterminó un mundo idílico y paradisíaco por la ingenuidad de los habitantes de América. Es falso este mito del buen salvaje que salpica a los precolombinos. Los puesblos Azteca, Tlaxcalteca o el Maya son imperialistas, eran grandes guerreros y luchaban por el dominio de Mesoamérica.
El Papa mediante el tratado de Tordesillas dio América a los españoles. La única condición fue la de enseñar el catolicismo en las tierras americanas. Y Hernán Cortés fue el encargado de expandir las posesiones españolas en México y California.
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