El Ateneo Club de Innovación y Empresa ha sido el responsable del organizar un mercadillo artesanal y solidario para los afectados por la DANA que ha sido un rotundo éxito de público. La decoración del mercado ha corrido a cargo de Toñi Illescas, de Etma Events, empresa también afectada por la Dana. El Salón Noble del Ateneo Mercantil se ha convertido este fin de semana (14-15-16 de febrero) en un espacio de memoria y resiliencia.
La presidenta del Ateneo Mercantil de Valencia, Carmen de Rosa Torner, recién llegada a Valencia no dudó en compartir la tarde del domingo con los artesanos y puso el broche a un Mercado de la DANA que ha sido un absoluto éxito de participación y de público. Asimismo, el vicepresidente 2º del Ateneo Mercantil de Valencia, Ignacio Carrau, tampoco se perdió detalle y estuvo apoyando en todo momento a cada uno de los artesanos que se dieron cita en el mercadillo. Se preocupó por su situación laboral y personal y también quiso saber más de cada uno de los oficios representados en los diferentes puestos.
Para Carlos de la Cruz y Alicia Mora, organizadores del mercado, la iniciativa es mucho más que una simple feria: es una llamada a que la sociedad valenciana y española no olviden. Muchos negocios no han podido participar porque no les queda nada que vender. Sin embargo, la respuesta del público ha sido abrumadora.
En las 15 empresas artesanas, afectadas por la devastadora DANA del pasado 29 de octubre, estaba el sentir del pueblo valenciano y eso se notó en el constante trasiego de público por el Ateneo Mercantil desde la misma tarde del viernes hasta este domingo. En el Noble se reunieron estas empresas para recuperar parte de lo perdido en la riada. Cada stand contaba con su propia historia de esfuerzo y superación, ofreciendo sus productos que han simbolizado la constante lucha por salir adelante.
Vamos a destacar algunas de ellas. Por ejemplo, Visa Promig, una de las expositoras, no vende su producción habitual, sino collares y pendientes que elaboró en otro tiempo. Su trabajo principal es la coeducación y la promoción de la igualdad, pero la tormenta cambió su vida: perdió materiales, proyectos e incluso su coche, arrastrado por el agua en Massanassa. Para ella, eventos como este no solo son una ayuda económica, sino un recordatorio de que la recuperación sigue en marcha.
Pepita Calabaza, artesana textil, comparte su experiencia. Su taller de bordado en Catarroja se paralizó tras la riada, dejando a sus alumnos sin espacio para continuar. Aunque logró reabrir su tienda en diciembre, muchas otras personas no han tenido la misma suerte. "Todavía hay negocios cerrados, ascensores sin funcionar y vecinos atrapados en la incertidumbre", destaca.
En el Ateneo Mercantil se han podido ver desde artesanos hasta proyectos solidarios, pasando por la emotiva exposición fotográfica de Carlos Gimart, que recrea los cuadros de Sorolla en paisajes arrasados por la riada, cada detalle de este mercado refleja la necesidad de recordar y reconstruir. También artesanía valenciana, con telares y abanicos, trabajos que se podrían perder, ya que cuentas mucho esfuerzo hacerlo todo a mano.
En un rincón especial, la pala con la que Toñi Illescas limpió su hogar simboliza el esfuerzo de quienes siguen luchando por volver a la normalidad. La solidaridad sigue presente, demostrando que, aunque el barro se haya secado, la historia de la DANA aún no ha terminado.