La siempre escasez de agua para el riego en la fértil vega de Valencia conviritió al Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia en la más antigua institución de justicia existente en Europa. Aunque ya existiera desde tiempos de los romanos alguna institución jurídica que resolviera los problemas del agua en tierras de Valencia, la organización que hemos heredado data de los tiempos de Al-Andalus y, muy posiblemente, de la época del Califato de Córdoba, perfeccionada desde los primeros momentos de la conquista del Reino de Valencia por el rey don Jaime.
Este modelo de justicia resistió el paso de los tiempos: ni la Valencia foral, ni el centralismo de nuevo cuño borbónico, ni las Cortes de Cádiz de 1812, restaron jurisdicción al tribunal. La Constitución de 1978, el Estatuto de Autonomía, la Unesco y otros organismo de ámbito internacional tienen en gran consideración. Muchos estudiosos del derecho, foros y asociaciones internacionales han encontrado en esta Institución un modelo de funcionamiento jurídico en temas relacionados con el agua. El pueblo valenciano tiene al Tribunal de las Aguas en tan alta estima que la califican, sin duda, como la más valenciana de las instituciones.