La Ruta de la Seda y Valencia es una ilusión, un reto y una oportunidad porque dará una gran proyección internacional a la ciudad. Se recuperará un camino olvidado, pero que los documentos atestiguan desde que Valencia se convirtió en esa zona de de intercambio entre pueblos, inventos, religiones, culturas, gastronomía.
Entres el siglo XVI y el XVIII, Valencia estaba en plena esplendor y fue corazón internacional de la seda, aquella València dels Velluters, en el siglo XIX extendió su patrimonio artístico y en el XXI, la ciudad quiere recuperar todo ello como potencial turístico. Valencia tiene un legado con la Seda que no puede echar a perder. Hay elementos claves para recuperar ese legado que se presenta en China por una comisión en la que estaba ya D. José María Chiquillo: en el siglo XV unos valientes construyeron la Lonja de los Mercaderes de la Seda que sustituía a la del Aceite, declarada en 1996 Patrimonio de la Humanidad; el Colegio del Arte Mayor de la Seda con más de cinco siglos de antigüedad (1474) y la Candidatura de las Fallas para incorporarse a Patrimonio Cultural e Inmaterial de la UNESCO. Además, se peleó por que el segundo encuentro mundial de la Ruta de la Seda se celebrará en Valencia el pasado mes de junio para que conocieran de cerca nuestro legado.
Entre los s. XV y el s. XVIII en Valencia se fabrica un entramado agrícola, económico, empresarial y comercial que convierten a la ciudad en ese último siglo como una de las grandes ciudades europeas con una enorme importancia y progreso.
Los coordinadores del comité directivo de la plataforma de apoyo a la Ruta de la Seda de China, Turquía, Omán, Irán y Corea del Sur conocieron la presencia de la seda en las fallas valencianas, y España espera que influyan para que esta fiesta sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en breve.
Unos meses después en junio (del 9 al 12) se produjo en Valencia el segundo encuentro internacional de los 40 países de la Ruta de la Seda de este programa de la Unesco. Chiquillo ha destacado que en ese encuentro se presentó un panel científico donde estudiosos de la materia pusieron en común los nexos entre Oriente y Occidente de la seda, el arroz, la porcelana o la pólvora, esa herencia oriental que arraigó en Valencia.
Además, se programaron conferencias pedagógicas sobre la importancia de Valencia en la producción de la seda en los siglos XV y en el XVIII, cuando Valencia fue capital mundial en la producción y explotación de la seda. También se organizaron actos culturales, en los que participaron, entre otras entidades, la Universitat de València, la Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad Católica de Valencia, la Fundación Hortensia Herrero, el Colegio de Arte Mayor de la Seda, el Instituto Confucio y distintas administraciones.