El profesor Obarrio ya había acudido al Ateneo Mercantil a hablar sobre los totalitarismos hace unos pocos meses, y en la reunión de ahora se trataba de hablar sobre cómo el totalitarismo se presenta actualmente en nuestra sociedad. Se refirió nuestro invitado a algunos aspectos mediante los que quien ostenta el poder suelen actuar de un modo autocrático o totalitario, especialmente en lo concerniente a la libertad de expresión o a la restricción de ciertos derechos fundamentales.
El fundamentalismo económico y político que ha provocado una crisis sistémica actual. Ciertas políticas que provocan no sólo pobreza y paro, sino que, además, generan una democracia cada vez de peor calidad, cada vez más pobre, cada vez menos real, cada vez más vigilada por los poderosos. Existen políticas que tienen un profundo germen autoritario en su interior y son profundamente injustas.
En la conferencia se sondeó también hasta qué punto el concepto de totalitarismo no reviste un carácter meramente ideológico y por qué sigue siendo pertinente para comprender numerosas dinámicas políticas propias de nuestro tiempo. El totalitarismo se identifica como una forma de gobierno en la cual todas las capacidades residen en el Estado, controlando este todo los ámbitos de una sociedad, lo político, económico, social, judicial, militar y privado. El totalitarismo como bien se dice abarca toda, sigue una ideología para lograr un bien común. Absorbe al individuo por completo y no acepta a la libertad de opinión por ningún motivo. Las libertades individuales son controladas por el estado y se practican según el interés y el fin estatal.