El doctor en Bioquímica y escritor José Miguel Mulet presentó ayer con gran éxito de público su última obra 'Medicina sin engaños' en Aula LAS PROVINCIAS. El salón Sorolla del Ateneo Mercantil de Valencia se volvió a quedar pequeño para las explicaciones que Mulet brindó a los asistentes sobre los peligros de las medicinas alternativas y la proliferación de los tratamientos homeopáticos, tan extendidos hoy en día. Entre los presentes, el presidente del consejo de administración de Federico Domenech, Guillermo Zarranz.
«Ninguna enfermedad en los últimos 200 años se ha superado con homeopatía» avisó en su exposición el científico, y recordó que si las pseudomedicinas fueran efectivas y permitieran además al Gobierno ahorrar dinero, ya estarían en los hospitales. En su obra, el también profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, repasó los métodos más usados hoy en día como alternativa a la medicina tradicional y cuestionó su éxito, siempre desde la base científica en la que se sostienen sus libros.
La medicina cura
Los dinosaurios ya tenían cáncer y artrosis
Mulet comenzó a escribir su libro después de recibir el correo de una lectora de su blog en el que le pedía ayuda por la situación de un familiar que había renunciado a la medicina tradicional para tratarse de un tumor de útero que se hubiera solventado con una cirugía sencilla. En lugar de eso, la paciente sucumbió a los aceites y a la ozonoterapia, y convirtió una dolencia benigna en un problema gravísimo. «Estar enfermo es un efecto secundario de estar vivo», explicó ayer el bioquímico, que reconoció que aunque no es médico, se ha documentado extensamente para hablar de medicina.
«Los dinosaurios ya tenían cáncer y artrosis», señaló para recordar que desde siempre el hombre ha tenido enfermedades que han hecho de la visita al médico «un aspecto básico de cualquier sociedad». Llegar al conocimiento de las enfermedades y tratamientos ha sido una larga tarea, como ayer explicó Mulet. «La medicina es tan antigua como el conocimiento. Siempre se ha tratado de evitar, paliar o prevenir dolencias».
Medicina vs pseudomedicina
Un medicamento es válido porque supera ensayos
En su exposición, José Miguel Mulet explicó también el origen de la medicina para justificar su trascendencia en nuestros días. Así, recordó los tiempos de Hipócrates, en los que tomó forma lo que hoy es el juramento que todos los médicos deben realizar tras finalizar sus estudios. En su día se ideó para distinguir las prácticas médicas de lo que no lo eran. Algo así como un contrato de mínimos que dejaba fuera de la praxis médica lo que no tenía fundamento científico. Y fuera de ahí, surgen las conocidas pseudomedicinas. «El hombre siempre ha intentado delimitar qué es medicina y qué no», aseguró ayer durante su charla.
En la actualidad, para que un medicamento sea considerado válido, debe haber superado todo un largo camino de ensayos clínicos. Recordó también las pruebas y fármacos que se quedan por el camino hasta que se consigue uno válido. De ahí los altos precios de los fármacos cuando salen al mercado. Mulet reconoció que cuando una persona acude a su médico, lo hace con la tranquilidad de que lo atiende un profesional que ha estudiado para ello, se ha especializado, está colegiado y tiene un seguro de responsabilidad civil para cubrir posibles daños o negligencias de su praxis. Los que prefieren acudir a la pseudomedicina tienen que correr con sus propios riesgos y los de su bolsillo.
Los falsos mitos
«Cuando algo funciona a tu cuñado, pruébalo tú»
«En España tenemos una institución que son los cuñados. Cuando algo le funciona a él tienes que probarlo tú», ironizó el autor de 'Comer sin miedo'. De hecho, para prevenir de los posibles impostores que se hacen pasar por médicos, el autor ilustró su exposición con una campaña del Ministerio de Sanidad en la que se alertaba de que un frutero es «experto en fruta, pero no médico». «Si lo tenemos tan claro con él, por qué luego sí acudimos a los puestos de hierbas de los mercados medievales en los que un vendedor nos ofrece terapias sin título», preguntó. Mulet lo tiene claro: Nos dejamos llevar por la pseudomedicina por «postureo, desesperación, recomendación o ignorancia». Avisó de que en estos casos «no hay que generalizar» porque de los casos particulares no se puede hacer una regla ni decir que algo funciona.
Peligrosas nuevas modas
Médicos falleros y niños sin vacunar en clases altas
«La homeopatía es el azúcar más caro del mundo», dijo. Para comercializarla, explicó, los productores se aprovechan de un limbo legal en la ley del medicamento, ya que para vender los productos «sólo hay que demostrar que son inocuos, ni siquiera efectivos». La legislación los deja al nivel de las gominolas. Mulet duda de su eficacia: «Ninguna enfermedad en 200 años se ha superado con homeopatía». De hecho, puso como ejemplo algunos falsos mitos sobre las operaciones en las que se usaba la acupuntura como anestesia y en las que realmente se utilizaban calmantes. «Si hoy en día el Ministerio de Sanidad pudiera ahorrar dinero en anestesia porque ese método fuera fiable y funcionara, las agujas estarían en todos los hospitales. Si no lo están, por algo será».
De hecho, el profesor de la UPV alertó de las nuevas modas que están llegando a nuestra sociedad. En concreto, en Estados Unidos se ha producido una epidemia de sarampión por la nueva tendencia de los padres de las clases más altas a no vacunar a sus hijos contra enfermedades ya erradicadas. «Si es por miedo, la comida mata a más niños todos los días por atragantamiento, alergias o contaminación», recordó.
Preguntado sobre los profesionales de la medicina que también ejercen técnicas no homologadas como la acupuntura o la osteopatía, Mulet fue rotundo. «Es como si un médico es fallero. No hay un MIR de acupuntura. Las creencias de cada uno son libres». Eso sí, para evitar también el daño en el bolsillo, el escritor propone alternatvias más baratas y, bajo su punto de vista, igual de eficaces: las estampas o los fármacos.