El pasado 10 de abril celebramos en el Ateneo nuestra ya tradicional cata mensual, que en esta ocasión tuvo como protagonista a la prestigiosa Bodega Hermanos Pérez Pascuas. Nos acompañó Pablo Gutiérrez, miembro del departamento de Enología de la bodega, y también contamos, como es habitual, con la colaboración de DICOVAL, representada por Pepo de Pedro.
La velada comenzó con un interesante coloquio previo a la cata. Pepo de Pedro compartió con los asistentes algunos recuerdos sobre los inicios de la distribuidora DICOVAL, fundada por Javier Monedero. Aprovechamos también para intercambiar impresiones sobre la evolución del vino español, cómo disfrutarlo con todos los sentidos y conocer algunas de las novedades más relevantes del sector.
La conversación nos llevó después a conocer más a fondo la historia y filosofía de Viña Pedrosa. Todo comenzó con Mauro Pérez, quien dedicó su vida al cultivo de las tierras de Pedrosa de Duero, en la provincia de Burgos. Sus hijos, herederos de esa pasión, fundaron la bodega en 1980, apostando por un proyecto familiar que hoy en día reúne a dos generaciones de viticultores entregados a elaborar vinos de gran calidad.
Viña Pedrosa cuenta con 130 hectáreas de viñedo propio, compuesto por cepas viejas de Tinto Fino (Tempranillo), cultivadas en condiciones extremas: altitud elevada, suelos pobres y poco profundos, escasas precipitaciones y notables diferencias térmicas entre el día y la noche durante la maduración. Estas características permiten obtener una uva de calidad excepcional. De hecho, es una de las pocas bodegas de la D.O. Ribera del Duero que logra autoabastecerse por completo.
Conversamos con Pablo Gutiérrez sobre cómo en Viña Pedrosa logran combinar tradición y tecnología. Para ellos, el vino no es solo un producto: es una forma de vida. Su filosofía se basa en una viticultura tradicional, responsable, sostenible y profundamente respetuosa con el entorno. Esta visión se traduce no solo en los vinos que producen, sino también en el impacto positivo que generan en el ámbito económico, social y medioambiental de su entorno.
Tras esta enriquecedora charla, llegó el momento más esperado: la cata. Pudimos degustar cuatro magníficos vinos, todos ellos elaborados con 100% Tinto Fino:
-
Cepa Gavilán Crianza
-
Viña Pedrosa Crianza
-
Viña Pedrosa Reserva
-
Viña Pedrosa La Navilla Reserva
La calidad de los vinos, junto con la participación entusiasta de los asistentes y el ambiente cordial y acogedor que caracteriza a nuestro club, hicieron de esta cata una experiencia especialmente gratificante. Sin duda, una cita para recordar.