Ir al contenido

Hablando de toros con Jorge Escamilla: torear es libertad

20 de noviembre de 2025

A las 18 horas del día 20 de noviembre, en la Sala de la Tertulia Taurina del 7º piso del Ateneo Mercantil de Valencia, se reunieron treinta y cinco tertulianos para hablar de toros con Jorge Escamilla, alumno de la Escuela Taurina de Valencia, que ha toreado catorce festejos esta temporada. Nicasio Jiménez abrió la sesión saludando a los asistentes y recordando la programación: la tertulia del jueves 27 con Alejandro Peñaranda tras la comida de confraternidad; la jornada taurina del día 21 organizada por la Asociación de Peñas de Meliana; su participación en el programa del Soro; la tertulia del 11 de diciembre con Bruno Gimeno, y finalmente la presentación del invitado, Jorge Escamilla, un joven humilde y de buenos modales cuya planta y decoro evidencian su condición de torero.


Nicasio y Jorge mantuvieron un diálogo distendido, abierto e informal. Jorge, de 16 años, comenzó agradeciendo la invitación y confesando que para él es un placer y un privilegio estar en la tertulia taurina. Reconoce que su vocación se basa en sentirse a gusto en el ruedo y con la gente que le rodea: «Si me encuentro bien, se nota en la plaza. Siento que tengo los deberes hechos». Su pasión es temprana: aprendió a decir José Tomás antes que su propio nombre. Creció viendo Castilla-La Mancha Media, Tendido Cero y las corridas de la Plaza de Toros de Utiel. Tras un año en la Escuela Taurina de Castellón, gracias a Vicente Albir pudo trasladarse a la de Valencia, donde se siente plenamente integrado.


En su entorno familiar hay un tío y un primo recortadores, y también aficionados por parte de madre. Sus padres comprenden bien su vocación y le acompañan en su sueño. Jorge afirma que no siente haber perdido la infancia, ni haberse privado de nada: «Estoy haciendo lo que me gusta: ver toros y entrenar». Es feliz en el campo con los animales y resume su sentir en una frase que emocionó a la sala: «Torear es libertad». Valora enormemente la formación en valores, respeto y compañerismo que recibe en la Escuela Taurina, difícil de encontrar —dice— en otros ámbitos. Asegura tener fuerza mental para gestionar el éxito y también las tardes ingratas, aceptando que de ellas nace el aprendizaje.


Recordó los problemas que tuvo con un añojo de Flor de Jara en Colmenar Viejo: una experiencia dura que reafirma que el toreo es una labor compleja, nunca un juego. Entrena para mejorar y asume cada error como un golpe de realidad y de humildad. Reconoce que pocas veces se queda satisfecho cuando revisa en vídeo sus faenas. Sin embargo, también vive momentos de plenitud, como en su tarde del 13 de septiembre en Utiel, donde toreó a placer al segundo añojo y conquistó el IV Trofeo Rafael Ponce “Rafaelillo”. En Bocairent cree que podía haber hecho más. Resume la esencia del oficio: «Se trata de acoplarse a lo que sale de toriles». Cuando logra parar y templar siente que se olvida de todo; lo importante es que el tendido lo perciba. Habla de toros con amigos, aunque quienes no son aficionados —dice entre risas— creen que habla en chino.


Jorge reconoce que aún tiene poco oficio para hacerse con los erales y que en su segunda temporada tratará de mejorar y dar la cara. Ha vestido cuatro veces de luces esta temporada —Bocairent, Ondara, Benassal y Jaén— y lo considera el sueño de un privilegiado. Repasó su temporada: desde su debut en el festival por la DANA en Utiel el 23 de febrero, compartiendo cartel con sus ídolos, hasta la corrida de Bocairent del 9 de noviembre. Recordó con satisfacción su rabo cortado el 21 de junio en Mira, su salida a hombros al día siguiente en Albacete con su primera faena estructurada, y su tarde redonda del 15 de agosto en Ledaña, donde cortó dos orejas y rabo a un toro de Sánchez Cajo (Flores Tassara). Disfrutó mucho el 22 de agosto en Iniesta con un toro de su gusto. Siempre ha tenido a sus padres cerca y el apoyo de la Escuela y de algunos amigos.


Se informa sobre encastes y ganaderías para intuir lo que saldrá de chiqueros. Poco a poco aprende de terrenos, alturas de la muleta y distancias. Reconoce que necesita más oficio. Le ayuda mucho ver grabaciones de Juan Enrique Torralba. Asegura que nunca se deja de aprender, ya sea en la plaza o viendo retransmisiones taurinas. El 31 de agosto debutó de luces en Benassal y guarda un buen recuerdo, aunque fuera por la suplencia de Daniel Artazos. En Algemesí, el 21 de septiembre, le tocó un novillo complicado en una tarde fría; el 27, en Landete, tuvo problemas con la suerte suprema y siente rabia e impotencia, comprometiéndose a practicar más este invierno. En la clase práctica del 19 de octubre en Venta del Moro banderilleó bien. Su balance global es positivo y para 2026 quiere torear en plazas importantes y reunir un grupo de seguidores.


Las palabras sinceras de Jorge fueron recibidas con un fuerte aplauso. Llegaron las preguntas del público. Aunque admira a Luis Francisco Esplá, El Soro o Joselito, intenta forjar una personalidad propia. Confiesa que los momentos más duros son al vestirse, en el patio de cuadrillas y mientras torea el compañero anterior: «Hay que sobreponerse». Cursa online el grado medio de producción agroecológica y se plantea ser agente forestal, modalidad que ha elegido por la incomprensión de algunos profesores. Para avanzar en su carrera cuenta con el apoyo de su familia y de sus maestros. Se siente ilusionado incluso en las tardes difíciles, porque el reto es levantarse. Nota muy presente el apoyo familiar. Dice que será consciente de los toros de 600 kilos cuando los tenga delante, pero quiere llegar a ese momento, sabiendo que el camino es largo y duro. Reconoce que las escuelas taurinas han cambiado los tiempos y la mentalidad de los aspirantes. A los no aficionados les recomienda asistir a una corrida: las claves —dice— son respeto y tolerancia.


Una última y gran ovación, con el público en pie, despidió a Jorge Escamilla. Nicasio convocó a los asistentes a la próxima tertulia del jueves 27 de noviembre a las 18 horas, que contará con la presencia de Alejandro Peñaranda.


Salvador Chapa

Compartir esta publicación
Tags
Archivar
 Hazte socio