El Ateneo Mercantil de Valencia acogió el pasado fin de semana el primer Congreso de Misterio e Historia, reuniendo a grandes nombres de la divulgación histórica y del enigma. La tercera de las mesas redondas estuvo dedicada a Egipto, una civilización que, pese a los milenios transcurridos, sigue generando preguntas sin respuesta y teorías apasionantes.
En esta sesión participaron Nacho Ares, Rubén Villalobos y Laura Huertas, tres expertos que abordaron los principales enigmas del Antiguo Egipto, desde la construcción de las pirámides hasta la existencia de cámaras ocultas, pasando por el simbolismo esotérico y la resistencia de los mitos populares. Durante casi dos horas, los ponentes compartieron análisis rigurosos, experiencias de campo y reflexiones que invitaron al público a mirar más allá de los titulares sensacionalistas.
Nacho Ares, egiptólogo y director del programa Ser Historia, centró su intervención en desmontar las teorías pseudocientíficas sobre la Gran Pirámide de Guiza, como la idea de que funcionaba como una “máquina hidráulica” para elevar bloques o que era una “máquina de resurrección” en sentido literal. "No hay evidencias ni paralelos que sostengan esas propuestas", afirmó, defendiendo que la pirámide era ante todo una estructura funeraria, aunque cargada de simbolismo religioso.
Ares también abordó el uso del número áureo en la arquitectura egipcia, el papel de los sonidos y las propiedades acústicas de la Cámara del Rey, la posible existencia de cámaras ocultas detectadas por técnicas como los muones, y el contexto arqueológico que permite entender las pirámides como parte de un complejo mucho más amplio.
Por su parte, Rubén Villalobos, divulgador y autor de Egipto Increíble, propuso recuperar el espíritu de la Per Ankh, la "Casa de la Vida" egipcia, para transmitir el legado espiritual y científico del país del Nilo al público actual.
Laura Huertas, egiptóloga de campo, aportó su visión desde la arqueología directa y comentó cómo la investigación moderna aún está descubriendo nuevas tumbas, textos y estructuras que podrían reescribir partes esenciales de lo que hoy se sabe del Antiguo Egipto. “Excavamos cada año en Yehuti y siempre aparece algo nuevo. Si todo estuviera claro, no estaríamos allí”, subrayó.
La conferencia reafirmó que, lejos de agotarse, Egipto sigue siendo un misterio en construcción. Un enigma que, gracias a la labor de especialistas como Ares, Huertas o Villalobos, se va desentrañando poco a poco desde la ciencia, sin perder el asombro.