El escritor Raúl Ferrero llenó el salón de actos del Ateneo Mercantil de Valencia con su conferencia “El misterio de los cuadros malditos. Grandes Enigmas”, una impactante exposición sobre las obras de arte más inquietantes de la historia, que según múltiples testimonios han estado rodeadas de tragedias, fenómenos paranormales y misteriosas maldiciones.
A lo largo de 54 minutos, Ferrero desentrañó casos célebres de cuadros envueltos en oscuras leyendas: desde los “Niños Llorones” de Bruno Amadio —que supuestamente provocaban incendios y permanecían intactos entre las cenizas— hasta el inquietante “Hombre Angustiado”, pintado con la sangre de su autor, quien se suicidó tras acabar la obra.
Durante su exposición, el conferenciante presentó la idea de que algunas creaciones artísticas, especialmente aquellas nacidas de emociones extremas, pueden impregnarse de la energía residual del artista. Este fenómeno explicaría, según Ferrero, por qué ciertas personas experimentan ansiedad, náuseas o incluso desmayos frente a estos cuadros.
Uno de los casos más perturbadores fue el de “Las manos lo resisten”, obra del pintor Bill Stoneman, cuyo protagonista es el propio autor cuando era niño. El cuadro, que representa una escena cargada de simbolismo y con una figura aparentemente atrapada, ha sido asociado a gritos y lamentos inexplicables escuchados en presencia de la pintura. El primer comprador y el director de la galería que la expuso murieron el mismo año.
La conferencia también repasó otras piezas rodeadas de episodios trágicos como “Madame Delphine LaLaurie”, vinculada a la cruel aristócrata de Nueva Orleans, o “Cartas de amor”, cuadro de una niña que murió poco después de ser retratada y tras el cual se sucedieron muertes y desgracias familiares entre sus propietarios.
Raúl Ferrero, especialista en folklore popular y la España mágica, mantuvo al público en vilo con una combinación de historia, testimonios y explicaciones esotéricas, dejando en el aire una inquietante pregunta: ¿puede un cuadro ser realmente maldito?
Una conferencia tan fascinante como perturbadora que invita a mirar las obras de arte con otros ojos… aunque no demasiado fijamente.