El escritor y crítico literario José Ruiz Mata ofreció en el Ateneo Mercantil de Valencia una conferencia online en la que abordó el enigmático fenómeno del megalitismo y su posible conexión con el mito de la Atlántida.
Lejos de las interpretaciones fantasiosas que relacionan el legendario continente perdido con alienígenas o civilizaciones submarinas, Ruiz Mata defendió un enfoque racional y documentado, partiendo del análisis de los textos de Platón, único autor antiguo que aporta información concreta sobre la Atlántida. En especial, destacó los diálogos Timeo y Critias, donde se describe la isla, su organización, sus reyes y su destrucción en una “noche aciaga”.
A partir de ese relato, el conferenciante planteó una hipótesis intermedia: la Atlántida como mito con base histórica, inspirado en una civilización real de Occidente anterior a los griegos. Para Ruiz Mata, esa cultura avanzada podría haber sido la que construyó los grandes monumentos megalíticos de Europa occidental y el norte de África.
Durante la exposición, Ruiz Mata presentó numerosos ejemplos de arquitectura megalítica —dólmenes, tolos y menhires—, con especial atención al sur de la Península Ibérica. Monumentos como el dolmen de Menga o el de Alberite, según explicó, no solo reflejan un alto conocimiento técnico, sino también una profunda simbología vinculada a la naturaleza, el ciclo solar y la espiritualidad.
El conferenciante subrayó detalles tan sorprendentes como el uso del número áureo (fi) en las proporciones de algunos monumentos, la orientación astronómica de los pasillos, o la posible función ritual de estos espacios como úteros simbólicos en los que la tierra regeneraba la vida.
Además, Ruiz Mata destacó que esta cultura —activa desde el séptimo milenio a.C.— no se limitó a Andalucía, sino que se extendió por todo el litoral atlántico, desde el norte de África hasta las Islas Británicas. La conferencia también abordó ejemplos poco conocidos, como el tolo de Montelirio, en Sevilla, que incluye enterramientos de élite, ofrendas funerarias complejas y elementos tecnológicos que desmienten la imagen de un Neolítico rudimentario.
La sesión fue, en palabras del propio autor, un intento de devolver al mito su dignidad intelectual: entender la Atlántida no como una fantasía esotérica, sino como la eco-memoria de una civilización desaparecida, cuyos vestigios pétreos aún nos interpelan desde el paisaje.