Ignacio Pajón Leyra, profesor de Filosofía Antigua en la Universidad Complutense de Madrid, ofreció una conferencia provocadora bajo el título “¿Sabemos si sabemos algo? Escepticismo antiguo para el siglo XXI”, en la que invitó a reflexionar sobre la naturaleza del conocimiento y la actitud crítica en un mundo marcado por la incertidumbre.
Partiendo de la célebre máxima de Sócrates —“solo sé que no sé nada”—, el Dr. Pajón analizó cómo las crisis epistémicas que vivimos hoy —agravadas por la posverdad, las fake news y la desinformación— no son un fenómeno exclusivo de nuestra era. Recurrió a la filosofía helenística, en particular al escepticismo griego, para trazar un paralelismo entre el desconcierto actual y el que vivieron los ciudadanos tras la caída de la polis griega y el auge del imperio tras la muerte de Alejandro Magno.
El escepticismo, explicó el profesor, no es una escuela dogmática ni un sistema cerrado, sino una actitud filosófica basada en la duda razonada y la suspensión del juicio. Su propósito no es alcanzar verdades absolutas, sino aprender a vivir con incertidumbre, desarrollando una capacidad crítica que nos proteja de las falsas certezas.
Pajón Leyra destacó que el escepticismo busca un “equilibrio persuasivo” entre argumentos opuestos, una especie de empate racional que impide caer en dogmas y favorece la ataraxia: un estado de imperturbabilidad y serenidad interior.
En tiempos de confusión y sobreinformación, el pensamiento escéptico se presenta, según el conferenciante, no como una renuncia al conocimiento, sino como una forma ética de vida basada en la prudencia, la investigación crítica y la resistencia frente a los discursos totalizantes.
Una propuesta filosófica milenaria que, como señaló Pajón, tiene más vigencia que nunca en el siglo XXI.