Juana Martínez Otón, Meritxell Blay y Ángel Narro ofrecieron una conferencia que exploró el origen y la permanencia de los mitos, cuentos y leyendas como forma esencial de conocimiento humano. Bajo el título “Cómo se construyen los mitos. Cuentos, leyendas y oralidad”, el encuentro, que tuvo una duración de 58 minutos, profundizó en cómo la oralidad ha sido el canal principal para transmitir el saber de generación en generación desde tiempos antiguos hasta la actualidad.
Durante la sesión, se defendió que contar historias no es solo entretenimiento: es una necesidad inherente al ser humano. Según las ponentes, los cuentos y mitos cumplen una doble función: explicar el mundo y formar la mente humana. En palabras de Martínez Otón, “cada vez que se cuenta un cuento, se repite la historia humana”.
La conferencia también subrayó el papel fundamental de las mujeres como transmisoras de la tradición oral desde el Oikos, el hogar griego. Allí, madres y abuelas educaban mediante la narración, lo que ha influido en la permanencia de los mitos hasta nuestros días.
Meritxell Blay, autora de libros como Mitos griegos. El origen de todo, explicó que “el mito continúa vigente en una sociedad audiovisual como la nuestra”, destacando que, adaptados al lenguaje actual, los relatos míticos siguen conectando con los jóvenes. Su experiencia como escritora de versiones modernas de la Odisea confirma la vigencia emocional y simbólica de estos relatos.
Por su parte, el filólogo Ángel Narro explicó cómo el cristianismo primitivo también empleó cuentos para transmitir su doctrina, a través de las parábolas de Jesús, y cómo el concepto de “logos” en griego (palabra y pensamiento) ha sido clave en la creación del pensamiento occidental.
Los ponentes desmontaron la tradicional división entre mito y logos, recordando que ambos coexistieron en textos clásicos como los diálogos de Platón y que siguen conviviendo en nuestra forma actual de comprender el mundo.
La conferencia fue la primera parte de un ciclo dedicado a la mitología griega y contó con una importante participación tanto presencial como online, evidenciando el creciente interés por recuperar el valor de la oralidad como vehículo de identidad cultural.