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La Anunciación como nunca la habías visto: los secretos ocultos en los cuadros según Concepción Rodrigo Yanes

29 de octubre de 2025

Concepción Rodrigo Yanes se presentó “como la hermana de Sherlock Holmes”: no busca criminales, sino misterios escondidos en las obras de arte. Propuso al público cambiar la forma habitual de mirar un cuadro, sobre todo las escenas de la Anunciación en el arte gótico y renacentista, donde los pintores dejaron mensajes simbólicos a propósito para que fueran descubiertos siglos después. El primer reto fue “colocarse bien” ante la escena, como espectadores curiosos, casi indiscretos, que se asoman a un teatro sagrado.


Rodrigo Yanes recordó que, en la Edad Media, la mayoría de la población no sabía leer y eran las imágenes las que enseñaban la fe. De ahí la importancia de la pintura como “Biblia para analfabetos” y de todos los textos y letras que aparecen en los retablos. La ponente explicó, con ejemplos muy gráficos, cómo funciona la caligrafía gótica, sus abreviaturas y signos, y cómo los artistas utilizaban la escritura no solo para decorar, sino para condensar teología en pocas palabras: desde los versículos de San Lucas hasta los primeros formularios del Ave María.


El corazón de su intervención giró en torno a una escena clave: la Anunciación. A partir del relato del Evangelio y de textos medievales, la ponente mostró cómo leer cada detalle del cuadro: la postura de la Virgen, el lugar del ángel, la ausencia del típico jarrón de lirios y la sustitución por los pliegues de su manto en forma de “vaso”, símbolo de María como recipiente puro de la Trinidad. También explicó el significado de las manos y los dedos de la Virgen, que aluden a la Trinidad y a la doble naturaleza de Cristo, y la importancia de ver estas escenas donde fueron pensadas: en el altar, en diálogo con la Eucaristía.


A lo largo de su exposición, fueron apareciendo ejemplos fascinantes de simbología escondida: estrellas bordadas en el vestido de María que aluden a su virginidad “antes, durante y después”; rosetones tallados en columnas que representan los clavos de Cristo; montañas que simbolizan a Cristo como “monte de los montes”; torres inclinadas que solo se ven rectas desde determinadas posiciones para recordarle al fiel su pequeñez; puertas cerradas que evocan a María como “puerta de Oriente”; e incluso sandalias dejadas en primer plano, leídas a la luz del episodio de Moisés ante la zarza y el “terreno sagrado”.


Al final, Concepción Rodrigo Yanes se detuvo en los textos del Ave María que aparecen en filacterias, pergaminos y frisos de numerosas Anunciaciones, mostrando cómo la oración fue tomando forma a lo largo de los siglos y cómo el espectador era invitado a unirse al saludo del ángel con su propia voz. Cerró la conferencia recordando que ningún detalle es casual y animando a mirar los cuadros con calma, como quien descifra un código, para descubrir en ellos no solo belleza artística, sino una auténtica catequesis visual que sigue hablando hoy al creyente y al amante del arte.

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