El Ateneo Mercantil acogió una conferencia dedicada al “mal de ojo”, una de las creencias más antiguas y extendidas del mundo, de la mano de Begoña Beneito Esquinas, investigadora, divulgadora y autora de Guía definitiva del Mal de Ojo. Durante 1 hora y 14 minutos, la experta abordó el fenómeno desde una perspectiva histórica, cultural y simbólica, recogiendo ejemplos desde la antigüedad hasta nuestros días.
¿Qué es realmente el mal de ojo? Según explicó la ponente, es la capacidad atribuida a una persona —de forma consciente o inconsciente— de provocar daño, enfermedad o desgracia a otra a través de la mirada. Aunque arraigado en la superstición popular, el mal de ojo ha sido abordado por médicos, filósofos, antropólogos y psicólogos a lo largo de la historia.
Durante su intervención, Beneito repasó referencias al mal de ojo en culturas tan diversas como la mesopotámica, egipcia, griega, romana y hebrea, señalando que se trata de un concepto presente en el inconsciente colectivo de muchas civilizaciones. Platón, Arnaldo de Vilanova o el médico Enrique de Villena ya reflexionaron sobre su efecto, al igual que el psicólogo Carl Gustav Jung, quien asoció la envidia crónica con trastornos emocionales.
La conferencia también incluyó un repaso a los amuletos, conjuros y fórmulas apotropaicas usados históricamente para combatir este mal: desde el ojo de Horus hasta la tradición de “guardar como a la niña de tus ojos”, pasando por rituales con espejos, colmillos o símbolos lunares.
Begoña Beneito subrayó que, más allá del mito, el mal de ojo revela cómo las culturas han tratado de explicar el infortunio y protegerse del daño emocional o físico percibido como externo, especialmente vinculado con la envidia, pero también con la admiración excesiva.
En una era aparentemente dominada por la ciencia, la charla demostró que las creencias ancestrales siguen vivas y generan un gran interés, incluso entre quienes no profesan fe alguna en su efectividad. Como señaló la ponente, "es mucho más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio", y el mal de ojo es prueba de ello.