El Ateneo Mercantil de Valencia acogió una nueva y esclarecedora conferencia a cargo del Prof. Dr. Alejandro Noguera Borel, quien abordó la religión romana durante la República como un fenómeno profundamente arraigado en la vida pública, familiar y política de Roma.
A través de un recorrido riguroso y accesible, el prestigioso historiador y arqueólogo —formado en la Sorbona, el Collège de France y la Universidad de Valencia— desmanteló algunos tópicos persistentes sobre la religión romana. Lejos de ser una copia de la griega, la religión romana fue un sistema original, práctico y esencialmente numénico, donde las divinidades no tenían forma humana, sino que eran fuerzas invisibles y específicas que habitaban en los objetos, las casas, los ríos o los campos de cultivo.
Noguera explicó cómo los lares y penates, los sacrificios rituales, la adivinación augural, el papel de los sacerdocios y el principio del "do ut des" ("yo doy para que tú des") componían una compleja red de interacciones entre el ser humano y lo divino. Una religiosidad que no se basaba en la fe, sino en un pacto cívico con los dioses, del cual dependía el orden del mundo.
Especial relevancia cobró el concepto de “pietas”, virtud romana que unía el deber hacia los dioses con el respeto a la patria, la familia y los antepasados. “Romper con la pietas —recordó el ponente— era romper con uno mismo y con la comunidad entera”.
Además, Noguera detalló el sincretismo religioso que se produjo con las influencias etruscas y griegas, así como la aparición posterior de cultos mistéricos y orientales —como el de Isis, Mitra o Cibeles— que comenzarían a transformar el paisaje espiritual de Roma hacia el final de la República.