Nueva entrega del Foro AteneoIDEAS para la educación en la que se trató el tema "El fracaso escolar". Los ponentes invitados esta vez son:
- Ferràn Morant, Psicopedagogo
- Jesús Jornet, doctor en Ciencias de la Educación y Catedrático de Medición y Evaluación Educativas
- Xelo Tomás, Psicóloga
- Luis Miguel Lázaro, Catedrático de Educación Comparada
El fracaso escolar se produce cuando un estudiante no consigue el grado de nivel obligatorio. El abandono escolar temprano es cuando un joven no tiene más que los estudios primarios y no continúa sus estudios. A esto cabría añadir los ni-nis, que ni estudian ni trabajan, entre 18 y 24 años. Esto se produce en la enseñanza secundaria, aunque muchas veces ya se ve venir en estudiantes de primaria. Pero la materialización es en la ESO.
El fracaso escolar no sólo es del estudiante, sino de todo el sistema educativo: es también del docente y del resto de quienes intervienen en la educación.
El nivel de fracaso escolar es más elevado en España que en los demás países de nuestro entorno. Esto es probablemente debido a que en España no se han creado unas pasarelas o vías por donde los fracasos escolares sean reconducidos a otras áreas de estudio o de trabajo diferentes a los existentes, cosa que sí se ha dado en otros países, con lo que allí sí se han corregido parcialmente muchos casos de fracaso escolar originario.
España está en una de las peores posiciones sobre abandono escolar, ya que se supera el 20 por ciento, casi duplicando la media europea. El objetivo es no superar el diez por ciento. Pero va a ser muy difícil llegar a este nivel en pocos años. Sólo el País Vasco no llega al 10 por ciento, y La Rioja y Navarra sobrepasan por poco el diez por ciento.
Debe tenerse presente que el sistema educativo español, como homologado al europeo, se computa desde los años 80 y 90, y todo lo anterior en el tiempo es un lastre que aún arrastramos. Por eso tenemos unas cifras de absentismo o de fracaso escolar tan elevados: pensemos en el mal nivel económico y social del sur de España. Es una buena idea seguir en el empeño y probablemente mejorará en los próximos años.
Las causas del fracaso escolar están primordialmente en el nivel socioeconómico de las familias. La desigualdad socioeconómica y cultural es el mejor medidor del fracaso escolar. Pero el valor social que se da a la educación es también muy importante, porque Baleares, por ejemplo, tiene un muy buen nivel económico, y sin embargo el fracaso escolar es muy importante.
Quizá en la actualidad ha bajado el nivel de fracaso escolar debido a la crisis económica que estamos atravesando, lo que ha hecho que al no haber trabajo fácil en la hostelería, la gente joven haya decidido volver a los estudios.
En la base del fracaso escolar está el hecho de que muchas veces el estudiante está poco motivado o animado, porque ve los estudios algo difícil o que no le ofrece un verdadero interés, de tal manera que en casos así ya se entrevé que el estudiante no va a terminar sus estudios. Es como una profecía de autocumplimiento.
El hecho de poder encontrar trabajo fácil, o la falta de conexión entre los estudios y el ganarse la vida, son las razones que impulsan el fracaso escolar.
También se ha detectado una relación de correspondencia entre el fracaso escolar y la delincuencia: cuando se incrementa uno, también se incrementa el otro. Así se ha observado en algunos países sudamericanos. Lo que debe hacernos pensar que la educación no sólo debe centrarse en el aprendizaje de aspectos cognitivos, como tradicionalmente ha venido ocurriendo, sino que también debe impulsarse la inteligencia emocional, las relaciones interpersonales, tratando así de evitar que el fracasado escolar se convierta muchas veces en un delincuente.
En todo caso, quienes acceden a los estudios superiores, superando así el posible fracaso escolar, suelen tener más facilidad para encontrar trabajo que quienes incurren en fracaso escolar. Esto suele ocurrir más en las clases medias que en las clases bajas, porque persiste la idea, no siempre realizada, de que quien estudia tiene más oportunidades de vivir bien y de conseguir un buen empleo.
El mejor indicador sobre el fracaso escolar está en las notas del alumno, en cuanto evidencia que no parece que esté en posición de continuar con sus estudios. Aunque también pueden haber problemas de tipo cultural (inmigración) o de dificultad de aprendizaje o de motivación, o de convivencia escolar. Esto es especialmente relevante en la enseñanza pública, porque a quienes tienen problemas socioculturales en la familia les cuesta mucho más evitar el fracaso escolar.
Los factores que determinan el fracaso escolar son los siguientes: el origen socioeconómico de la familia, el género (las chicas fracasan menos que los chicos), la etnia y los inmigrantes (sudamericanos, africanos o musulmanes), y las familias monoparentales (precariedad económica, ausencia de la figura paterna).
Soluciones: mejorar el nivel económico de las clases bajas, intensificar la relación entre familia y escuela, y fomentar la inclusión educativa evitando la diversidad.