El Ciclo de Lecciones Magistrales trajo hasta el Ateneo Mercantil de Valencia al magistrado y presidente de la Fundación por la Justicia, D. José María Tomás y Tío, quien habló largo y tendido de un tema que en nuestra sociedad sigue siendo tabú, como es la muerte asistida. Hasta hace bien poco existía la ocultación social de una realidad debido a que siempre ha existido una tardía aceptación de la propia muerte y una reticencia a abordar socialmente la muerte de las personas.
"El nombre de eutanasia resulta inapropiado al no poder comprender todas las situaciones en que cualquier persona puede encontrarse en el proceso final de la vida, cuando "el ser se sumerge en las entrañas del universo"", destacó Tomas y Tío. El magistrado nos dio varias reflesiones para tratar de comprender un tema que aún suscita división de opiniones.
Son muchas y variadas las cuestiones que, bajo su manto, se pueden suscitar. Tomás y Tío nos planteó varias preguntas:
- ¿Existe un derecho a la muerte o sólo un derecho a la vida?
- ¿Puede el Estado obligar a vivir a una persona en contra de su voluntad y sometida a tratamientos que considera indignos.
- ¿Debe penalizarse o despenalizarse a las personas que ayudan a los enfermos terminales a morir dignamente de acuerdo con su voluntad.
- ¿Pueden los representantes legales solicitar la suspensión de tratamientos de sus representados cuando dicha suspensión produzca la muerte.
- En definitiva, si la mal llamada eutanasia ¿requiere una ley especial que solucione los conflictos y sobre todo delimite las responsabilidades de quienes se encuentran en su entorno, familiares, personal sanitario u otros; o si deben ser juzgadas por los tribunales según los principios generales del derecho? Todo ello sin olvidar que el protagonista es el paciente.
"La regulación de la eutanasia contenida en la Ley Orgánica 3/2021, de 24 marzo, ha venido a cubrir esa carencia y desde cualquier óptica ética civil o religiosa, deberá hacerse el esfuerzo de prescindir de todo prejuicio o construcción preestablecida en la que nos asentemos legítimamente desde el punto de vista ideológico, moral, religioso o profesional, para abordar desde la objetividad una cuestión con tantas implicaciones y perfiles", finalizó Tomás y Tío.