Mouloud Talbi lleva viviendo con nosotros en Valencia desde hace más de veinte años. Eligió venir a Valencia y no a cualquier punto de Francia, pese a su condición originaria de argelino, porque le gusta la gente de este país. Salió de Argelia con ocasión de la guerra civil que hubo en 1992. Realizó inicialmente labores agrícolas, pese a su condición de psicólogo, y luego desempeñó diversos trabajos como intérprete en los Juzgados de Valencia, y también asumió responsabilidades en los centros de ayuda a inmigrantes, tratando de mejorar su situación personal y social. Actualmente es empresario de la construcción y realiza constantes viajes a Argelia, pero sigue radicado en Valencia.
Expuso a los asistentes las dificultades de adaptación que cualquier inmigrante tiene en el país de acogida. Y añadió que las cosas suelen ser más fáciles para la segunda generación. Estimó que el nivel de adaptación de los inmigrantes norteafricanos es muy bueno en general, bien que ellos tienden a conservar sus propias costumbres. Señaló que el tema de la religión debería ser algo muy personal que no debería condicionar el modo de vida en el país de acogida.
También hubo diversos comentarios sobre la actual situación política en Argelia y toda la evolución habida en dicho país en las últimas décadas. En definitiva, fue una reunión muy interesante que contribuyó a entender mejor que las relaciones con las personas inmigrantes es algo siempre a mejorar, y que de hecho están mejorando, pese a los puntuales episodios agresivos que de vez en cuando se producen. Afirmó que los inmigrantes mismos son los primeros interesados en que la violencia no se manifieste en ningún caso, porque ellos son los primeros perjudicados.