El doctor en Historia del Arte por la Universidad de Murcia, con Premio Extraordinario y Premio Nacional de Terminación de Estudios Universitarios, Dr. Carlos Espí Forcén, realizó una ponencia sobre la basílica de Santa Sofia, uno de los logros arquitectónicos más impresionantes de la humanidad. Sus muros han sido testigos de conflictos de todo tipo: políticos, religiosos, sociales… 1500 años de historia. Santa Sofía fue testigo de la milenaria historia bizantina.
Durante el reinado de Justiniano, césar del Imperio Romano de Oriente durante casi 40 años, el esplendor de la capital del territorio, Constantinopla, conoció un extraordinario desarrollo constructivo. Uno de los hitos de la historia de la arquitectura que el emperador hará erigir en esta "Primera Edad de Oro" del arte bizantino es esta disputada basílica, cuyas influencias se dejarán sentir hasta el siguiente milenio en los ámbitos ortodoxo e islámico.
No es la primera “Santa Sofía”: dos iglesias habían sido construidas en el mismo lugar, cerca del palacio imperial, y habían sido destruidas en los disturbios de 404 y durante la revuelta de Niká de 532, respectivamente. Poco después, en previsión de hacer erigir un templo como nunca antes se había visto, Justiniano eligió al físico Isidoro de Tralles y al matemático Antemio de Tralles (que falleció sin ver concluida la empresa) para, como recoge su cronista, "levantar un edificio que fuese, para los contemporáneos, una locura, y para las generaciones futuras, una leyenda".