Pilar Blanco fue la siguiente poeta por desfilar por el Ateneo Mercantil. Profesora de Lengua y Literatura, poeta con mayúsculas, inventora de lenguaje, Pilar Blanco es autora de un buen número de poemarios, entre ellos 'La luz herida', 'Raíces de sangre' o la antología 'Con la cal en los dedos'. Y ha logrado sustanciosos galardones. Como el Francisco de Quevedo por 'Vocabulario íntimo', el Miguel Hernández por 'Ceniza' o el San Juan de la Cruz por 'El jardín invisible'.
Su poesía es una impregnación a través de los sentidos, la emoción y el intelecto. Además, su compromiso con la poesía es íntimo, esencial, ya que la suya es una poesía reflexiva, sosegada, a veces casi mística o metafísica... valiente, que no teme preguntarse a sí misma, descubrir y reconocer la verdad, hallar respuestas. Es una poesía que se nutre y orienta también a partir de sus lecturas desde niña, cuando fue alumna, y de adulta, como profesora, pretende, intenta y a veces consigue contagiar la pasión a algunos jóvenes.
Lectora voraz desde bien pequeña, no concibe la vida, su vida, sin poesía, sin literatura, ya que cada uno de nosotros vivimos dentro de la literatura desde el primer cuento que nos cuentan nuestros padres. Le cuesta creer que existan millones de personas que no tienen interés alguno por la lectura.
A Pilar Blanco la lectura le sirve, desde luego, para ser principalmente ella misma. En cada etapa de su vida tuvo a sus mentores y se ha apoyado en sus maestros. Siente el influjo de la literatura del Barroco, Cernuda, Lorca, Rulfo, Mujica, Celan, Jabès, Gamoneda, Cortázar, Huidobro, Sexton, Adonis, Orozco, Brines, Pizarnik, Kafka, Valle Inclán, Martín Gaite, Ajmátova, Holan, Pessoa, Varela, Eliot, entre otros muchos.