A veces se habla del tango como si no hubiera más bardos que los del pasado. Como si, cancelada la posibilidad de alcanzar la estatura poética de sus mejores exponentes, no hubiera nada más por escribirse. Como si, incluso, esos grandes de la época de oro del género no hubieran compartido cartel con rimas facilongas y metáforas de una cursilería que harían sonrojar al mismísimo Arjona (te estamos mirando a vos, "puente de cristal"). Pero lo cierto es que quienes cultivan el tango del siglo XXI hace rato que discuten sobre sus (nuevos) trovadores preferidos. Que si las letras de Alorsa, las de Acho Estol, que si Marisa Vázquez, Victoria di Raimondo o Cintia Trigo, y qué pasa con las de Juan Lorenzo, su tocayo Serén o Mariano Pini, por nombrar apenas algunos en esta lista breve e injusta.
Más allá de los muchos cancioneros que –por suerte- empiezan a proliferar, al tango siglo XXI le faltaba un volumen que le diera contexto y marco teórico. El poeta Matías Mauricio publicó Tango post 2001: estallido social y nuevas poéticas, que fue uno de los ejes centrales de su exposición en el Ateneo Mercantil. Un recorrido riguroso y apasionado por la música ciudadana del tango nos adentraremos en las poéticas de Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi, Cátulo Castillo, Homero Expósito, Horacio Ferrer, Eladia Blázquez, entre otros, hasta llegar a los autores contemporáneos del género. Charla estuvo ilustrada con materiales inéditos, films y audios a cargo del académico argentino de tango y lunfardo Matías Mauricio.