Grupo de Lectura 2: Fecha: 22 de Marzo de 2019. Lugar: Salón Sorolla. Nº de asistentes: 15. Editorial: Lumen. Pág: 272.
Autor: Natalia Ginzburg (Palermo, 1916 − Roma, 1991) es una de las voces más singulares de la literatura italiana del s. XX. De nombre Natalia Levi, nació en una familia culta de ideas socialistas y antifascistas. En 1919, se trasladó a Turín. En 1927 estudió en el Instituto Clásico Vittorio Alfieri, y dos años más tarde estudió Letras en la Universidad de Turín, estudios que no finalizó.
Publicó su primer relato en la revista Solaria, a los 18 años, escribiendo también en otras revistas. En 1938 se casó con Leone Ginzburg, de quien tomó el apellido, militante de Giustizia e Libertá, y director de la Editorial Einaudi. Sufrieron persecuciones y fueron confinados en un pequeño pueblo, del que escaparon a Roma, y en 1943, su marido fue detenido y asesinado.
Tras esto, trabajó para la Editorial Einaudi para ganarse la vida. En 1950 contrajo segundas nupcias y marchó a vivir a Roma, donde fijó residencia, comenzando su etapa más productiva literariamente. Años más tarde fue diputada durante dos legislaturas por el Partido Comunista Italiano, no dejando de escribir hasta su muerte.
Publicó en 1934 su primera narración, a la que siguieron obras teatrales ('Me casé por alegría'), ensayos ('Las pequeñas virtudes', 'Nunca me preguntes' y 'Serena cruz o la verdadera justicia') y novelas 'El camino que va a la ciudad' , 'Y eso fue lo que pasó', 'Nuestros ayeres', 'Valentino', 'Las palabras de la noche', 'Léxico familiar', 'Querido Miguel' y 'Vita imaginaria', así como la biografía 'Antón Chéjov'.
Sinopsis: Léxico familiar es la narración de los recuerdos de infancia y juventud de la gran Natalia Ginzburg, capturados en retazos de conversaciones, en frases familiares e íntimas o en las charlas que los intelectuales del Turín de los años treinta mantienen en la penumbra de los salones, mientras comienza a alzarse el fantasma del fascismo.
Comentarios: La autora pretende, y consigue en buena medida, recordar su infancia a través del léxico de su familia. Las frases hechas que en el seno familiar tienen su pleno sentido, las expresiones que solo en ese ambiente tienen ámbito, van conformando los recuerdos de su niñez que ocupan buena parte del relato.
El personaje que narra, Natalia, desaparece del primer plano para dejar el protagonismo a su entorno; sus padres, sus hermanos, las amistades de la familia y lo hace con una aparente sencillez que esconde el profundo fondo de los sentimientos y las duras circunstancias de una familia judía en la Italia de Mussolini, en los años inmediatos a la segunda guerra mundial.
La secuencia, sencilla, y lineal de la narración le dan cierto aspecto “plano” a una novela que tiene mucho que leer y quizá abuse en la aparición de personajes, algunos, p. ej. Cesare Pavese conocidos por todos.
En definitiva se trató una novela de las que no necesitan 500 páginas para desarrollarse.
Gustó a la mayoría de los miembros del Grupo, por todo lo expuesto. Un relato que obvia la dureza de aquel tiempo deliberadamente, porque se centra en la visión infantil de lo que ocurre y porque pretende otra cosa; definir y demostrar que el léxico familiar es un nexo de unión que pervive en nosotros a través de los años. Su lectura pareció recomendable.