La presencia de la masonería en España se remonta al siglo XVIII. De entonces a nuestros días han existido diversas e importantes obediencias como el Gran Oriente de España, el Gran Oriente Nacional de España, el Grande Oriente Español o El Derecho Humano.
La primera logia especulativa que se estableció en España lo hizo en Madrid el 15 de febrero de 1728 en el Hotel de las Tres Flores de Lys, sito en el nº17 de la calle de San Bernardo con el número 50 del registro oficial de Londres y constituida por un grupo de ingleses junto al duque de Wharton. Otra logia, la número 51, se erigió en Gibraltar en 1729 y estaba compuesta por ingleses.
En el resto de España, tras la prohibición del Inquisidor General (1738) y el edicto de Fernando VI (1751), se condena la masonería. Tras esta prohibición, habrá que esperar al reinado de José I Bonaparte (el primer Gran Maestre de la masonería española), quien -junto a un grupo de masones médicos, funcionarios, músicos, catedráticos, corregidores, militares, pintores, sacerdotes, médicos o escultores- instaure la primera masonería española organizada. En definitiva, al no prosperar, por la expulsión de los franceses de España, hay que esperar a 1889, momento en el que se aglutinan las logias en torno al GOE.