Grupo de Lectura 1: Fecha: 15 de Febrero de 2020. Lugar: Sala de Juntas del Ateneo Mercantil. Nº de asistentes: 15. Editorial: Seix Barral. Pág: 218 páginas.
Autor: David Foenkinos. Autor y músico francés. Estudió Letras en La Sorbona mientras se formaba como músico de jazz y daba clases de guitarra. En 2002 publicó su primer libro, Inversion de l'idiotie, que pese a recibir el Premio François-Mauriac y obtener el apoyo de la crítica no consiguió el favor del público. En 2009 logró un gran éxito con La delicadeza, una de sus obras más conocidas, traducida a varios idiomas y que recibió una notable adaptación al cine en 2011.
La consagración como escritor le llegaría en 2014 con Charlotte, obra que superó el medio millón de ejemplares vendidos en Francia y por la que fue galardonado con el Premio Renaudot y el Goncourt des lycéens. A lo largo de su carrera habría que destacar otros títulos como El potencial erótico de mi mujer, En caso de felicidad o Los recuerdos, libro que también fue llevado al cine en 2014.
Sinopsis: Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta: François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las paredes de su casa y se vuelca en la ofi cina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa.
La delicadeza es la novela de la esperanza y la imaginación, la novela de ese París fascinante en el que el dolor y la vulgaridad se transforman en poesía. Un libro que querrás tener siempre cerca, para deleitarte de nuevo con su elegancia literaria o sonreír con su mordaz ingenio, pero, sobre todo, para recordar que siempre, incluso en los momentos más inesperados, cualquier cosa es posible.
Comentarios: Tierna y original comedia de sentimientos que se ha convertido en un sorprendente éxito de ventas y de crítica en Francia: ganadora de 10 premios y finalista de todos los premios literarios importantes en Francia.
En general, todos los asistentes estuvieron de acuerdo en que se trata de una novela que es fácil de leer y entretenida, porque es ligera, agradable, empática, con buen humor y sin grandes pretensiones. También se dijo que era una novela distraída pero no fascinante, que era una historia de amor para pasar el rato, casi una telenovela. Algunos dijeron que ellos mismos, cuando jóvenes, se habían visto reflejados en la historia y en los personajes. Asimismo se convino por la mayoría que el argumento de la novela era muy conocido y repetido, y que nos remitía a épocas de juventud. Aunque se resaltó que lo remarcable era la manera de contar una historia que era muy sabida por haber sido reiterada en otras muchas novelas.
En relación con el argumento hubo división de opiniones. Una parte dijo que con el título, la delicadeza, se pretende resaltar lo exquisito, alejándose de lo vulgar o de lo corriente. Incluso se llegó a apuntar que mejor que a la delicadeza hubiese sido aludir a la ternura. La delicadeza está centrada en Markus, frente a otros personajes de la novela, y es lo que constituye la esencia de la narración. Markus es visto como delicado, paciente, comprensivo, en su relación con la protagonista de la novela, Nathalie, una mujer muy guapa y llamativa, recientemente enviudada, que es muy diferente del comportamiento que la mayoría de los hombres suele adoptar en situaciones así, dibujándose como prototipo el jefe de la empresa en que todos ellos trabajan, que trata de conquistar a Nathalie valiéndose de su posición de superioridad. Markus, que se presenta como un personaje pasivo, anodino, casi irrelevante, es capaz de darle a Nathalie, saliente de su duelo personal, algo que quizá ella necesitaba en ese momento, como es un comportamiento educado, tranquilo, amable, sin pretensiones. De ahí que quepa considerar a Markus como el personaje más interesante de la novela, especialmente frente al papel de conquistador de su jefe. Se enfrentan los roles de conquistador y de conquistado, que son Charles (el jefe) y Markus, y Nathalie, situada en medio de ambos, opta por la delicadeza. Y lo realiza así a partir de un momento en que ella inesperadamente decide dar un beso sorpresivo a Markus, que puede interpretarse como el símbolo que indica que ella ha decidido salir del duelo en que hasta entonces se hallaba. Y a partir de ese momento inicia un camino de esperanza, al darse cuenta de que la vida puede volver a tener sentido después de haber perdido a su marido, con quien tenía tan buena armonía. Nathalie es capaz de superar su fragilidad y de volver a reconstruir su vida. Es por esto por lo que se dijo que la novela es más compleja de lo que a primera vista parecía y que los personajes van adquiriendo unos matices psicológicos más profundos conforme avanza la narración. En definitiva, se remarcó que se trata de una novela sencilla y lineal, como la vida misma, por centrarse en aspectos simples de la vida cotidiana.
Algunos dividieron la novela en tres partes: cabía ver una primera parte centrada en el duelo propio de la viudez de la protagonista, una segunda parte referida a una fase de transición o búsqueda, y una última ya centrada en el nuevo amor propiciado por la delicadeza que aparece inesperadamente en la vida.
En el lado más crítico, se afirmó que se había confundido la delicadeza con la simplicidad, que el beso dado por Nathalie a un ser insignificante y secundario no se correspondía con la realidad, que los personajes estaban poco dibujados, eran tópicos e insípidos, especialmente el personaje de Markus, que llegó a ser calificado como una persona floja o anodina, irrelevante, aunque también era poco verosímil Charles, el responsable de la empresa, con sus reacciones contradictorias y absurdas, especialmente en su relación enfrentada con Markus. Finalmente se dijo que el final es bastante ficticio y previsible y, como tal, defrauda. Y se añadió que es poco recomendable ver la película hecha a partir de la novela, ya que es plana y no mejora lo que se dice en el libro.