La especialización es la característica fundamental de la ciencia moderna. Es quizá el síntoma más representativo de la separación de las esferas que propone Max Weber. El hecho de que se considere que su resultado fundamental es la optimización de la producción y de los beneficios indica, hasta cierto punto, la distorsión de la noción del bien que sufrimos en la actualidad.
El desarrollo de la técnica nos proporciona recursos extremadamente valiosos para mejorar nuestra comodidad, pero nuestra verdadera calidad de vida dependerá de que seamos capaces de entender cómo relacionarnos con las cuestiones últimas de nuestra existencia. Los modernos creen poder responder a todas las preguntas frente a los antiguos, que trataban de custodiar las preguntas que no tienen respuesta.