Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene comunicar en público. Queremos mejorar nuestra capacidad de conectar con las personas. Impactar de manera más eficiente cuando nos dirigimos a un grupo de ellas o a una sola en particular. Pero no estamos acostumbrados a trabajar, a entrenar este tipo de habilidades. No disponemos de un “gimnasio” donde mejorarlas.
Comunicamos a nuestro pesar. Nada más entrar en la sala ya lo estamos haciendo. Antes de abrir la boca, nuestro cuerpo ya ha contado quienes somos, cómo estamos, qué relación tenemos con la audiencia y con lo que vamos a decir. Es fundamental ser más conscientes de todo ese proceso y crear un espacio seguro -ese gimnasio- donde entrenar este tipo de habilidades.
Existen varios apartados importantes que trabajar. Uno de ellos tiene que ver estrictamente con el contenido: qué queremos contar y cómo organizarlo para que sea lo más eficiente posible. ¡Cada vez es más difícil atrapar la atención de la gente!
Otra parte importante del trabajo tiene que ver con lo puramente técnico; la vocalización, la proyección de nuestra voz y las posibilidades de introducir muchos matices y cambios para enriquecer así el mensaje y atrapar a la audiencia.
Por último, existe la necesidad de hacernos más conscientes de nuestra forma de comunicar, de nuestros procesos no verbales para conseguir después ampliar las posibilidades expresivas. Y sobre todo hacerlo de una manera real, siendo nosotros mismos, sin impostación alguna.
Trabajaremos cómo crear textos que impacten y mantengan la atención de la audiencia, así como la técnica necesaria para que nuestra voz transmita de la forma más eficiente lo que queremos. Mediante técnicas actorales proponemos ejercicios para ensanchar nuestras posibilidades de comunicar así como mejorar la conciencia de cómo lo hacemos en realidad.
La distancia entre lo que creemos comunicar y lo que comunicamos realmente suele ser enorme. Se trata de recortarla y de adecuar el mensaje y la forma en que lo lanzamos. Este es un trabajo personal. De crecimiento.
Desde la parte técnica, vocalización, resonadores, relajación, a la que se centra más en el juego y la imaginación, en la creación de roles y personajes para atreverse a cambiar, aprovechar talento desconocido y mejorar así el contenido y efectividad de nuestro mensaje.
Desarrollaremos este tipo de habilidades practicando los distintos formatos ante los que podemos encontrarnos. Desde un atril, una mesa, en un mitin en mitad de la calle o delante de miles de personas, respondiendo a preguntas que busquen ponernos en dificultades… Cada uno de esos formatos requiere una práctica especial.
Trabajaremos en distintas áreas para lograr una mejora completa. Hay que poner una atención especial en el contenido, que es esencial a la hora de impactar, pero también a la forma, a cómo comunicamos. Además, en la actualidad existen formatos en las redes sociales que pueden resultarnos desconocidos o cuyas claves no conocemos.
La mayor parte de este curso será vivencial. Es muy importante que los alumnos experimenten en este “gimnasio” donde pueden arriesgar y aprender nuevos registros. Eso sólo se consigue practicando.