La investigadora italiana Marzia Boi habló largo y tendido sobre los enterramientos en la antigüedad, hasta finales del siglo I, cuando los funerales eran celebrados por la noche a la luz de las antorchas, ya que la muerte era un suceso desgraciado y contaminante. Pero es a partir de esta fecha cuando se comienzan a realizar los ritos por el día, excepto algunos. Además, habló de ungüentos, flores, bálsamos y aceites que se utilizaban para ritos funerarios hace 2.000 años. También analizó que en las tumbas se descubren pólenes de plantas usadas comúnmente para los enterramientos como los pólenes de Helichrysum, láudano, terebinto o el gálbano aromático y varios ungüentos, también se usó el incienso y la mirra.
La investigadora indicó que a lo largo de sus investigaciones ha hecho posible que se descubran cosas muy interesantes sobre la Sábana Santa y el Sudario de Oviedo, entre otras muchas cosas, como descubrir que obras artíticas son verdaderas o falsas sólo analizando el polen que hay impregnados sobre los lienzos. La doctora en Biología por la UIB y profesora de la UNED en un máster internacional de Ciencias Forenses de la Universidad de Córdoba destacó que las diminutas partículas vegetales se adhirieren al cabello, la piel, las ropas o el calzado y terminan alcanzando casi cualquier objeto, lo que las convierte en una prueba muy esclarecedora en los estudios forenses.
Debido a que la flora varía geográficamente en su composición, una combinación de polen y esporas particular hallada en un objeto o persona será indicativa de una ubicación geográfica específica. Las plantas endémicas, especialmente aquellas de distribución restringida, son muy interesantes en este sentido. Por otra parte, dado que las diferentes especies producen polen y esporas durante diferentes épocas del año, sirven también para determinar la estación o época en la cual se produjo el hecho.