El Colegio Imperial de los Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer es la institución, con toda probalibilidad, más antigua de Europa en lo que se refiere a educación infantil, con más de 600 años a sus espaldas. San vicente Ferrer en el año 1410 está en Valencia, recoge a niños huérfanos y abandonados bajo el cuidado y tutela de los Beguines. En 1540, al decaer la asistencia a los niños por parte de los Beguines, algunos Caballeros se hacen cargo de aquéllos, formando la Cofradía del Bienaventurado San vicente Ferrer.
Tiene como fin último dar albergue, alimentación, educación y una formación moral, religiosa y social lo más completa posible, siguiendo la doctrina católica. Lo hacen para niños de ambos sexos, necesitados y que sean huérfanos o se encuentren en una situación familiar semejante a la orfandad. El secreto de estos seis siglos de vida ininterrumpida se debe fundamentalmente a tres causas.
- Pretonazco de su santo fundador Vicente Ferrer
- Su conexión con las grandes instituiciones eclesiásticas y civiles valencianas
- Por la entrega generosa de los clavarios directores.
El Colegio Imperial de Niños Huerfanos de San Vicente Ferrer es una institución de carácter benéfico-docente (declaración real 1912), carente de fin lucrativo.