Más de 300 personas se dieron cita en el Salón de Actos del Ateneo Mercantil de Valencia para escuchar la conferencia que impartió el cardenal Antonio Cañizares dentro del marco informativo del Aula LAS PROVINCIAS. La presidenta del Ateneo Mercantil de Valencia, Carmen de Rosa, fue una perfecta anfitriona del asistentes en el acto, entre los que destacaban Julián Quirós, director de Las Provincias; el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez Cámara, el director de Cáritas Diocesana, Ignacio Grande y el vicario general del Arzobispado de Valencia, Vicente Fontestad.
La conferencia bajo el título "El papel de la Iglesia en la actual coyuntura española" arrancó con una breve presentación del periodista Pablo Salazar, pero al poco tiempo arrancó el cardenal Cañizares destacando el espíritu de entendimiento y la renuncia de intereses políticos particulares que hubo en la Transición y que ahora son inexistentes por parte de todas las fuerzas políticas. Además, apostó por la unidad de todos y reivindicó los esfuerzos por parte de todas las fuerzas políticas que se hizo en la Transición española para afrontar los retos que vivió nuestro país tras la caída del antiguo régimen.
"Entonces se miró por el bien común, por encima de los partidos. ¿Quién iba a pensar el Partido Comunista iba a aprobar una monarquía? o ¿quién iba a pensar que el Partido Socialista iba a aprobar una constitución en la que se habla de determinadas libertades?, o ¿quién iba a pensar que la derecha capitalista iba a admitir una economía social de mercado? Y mi pregunta es ¿por qué hoy no es posible? Entonces se miraba por el bien de España y ahora se mira a otros intereses particulares".
El papel de la Iglesia
Antonio Cañizares quiso remarcar el papel que jugó la Iglesia en la Transición española y destacó la independencia y la búsqueda de la unidad y la paz que tuvo en la sociedad española. "Fue una Iglesia independiente, no mezclada con el poder, una Iglesia que buscaba la reconciliación y la unidad. Por eso es necesario tomar este nuevo impulso en el proyecto común que somos porque ahora vuelve a tener un papel semejante al de aquella época y es necesario rehacer nuestro camino por el futuro común de España".
Cañizares no rehuyó la actualidad político, como tampoco los casos de corrupción, y destacó que España lleva "una temporada larga con hechos que nos zarandean y aturden. Tiempos recios, diría Santa Teresa. Nada fáciles. Son momento que nos invitan a no bajar la guardia y que no pueden hacer mella en nosotros. Y todos deben asumir la responsabilidad que tienen".
Mientras que por último indicó que existe una enorme preocupación por el crecimiento del laicismo en nuestra sociedad; apuntó los continuos ataques que sufre la libertad religiosa y que se debe poner el dedo sobre los graves problemas sociales que existen, como la pobreza. "Esta sociedad está olvidando a los pobres, porque las fuerzas políticas y las fuerzas sindicales les están olvidando, dejando de lado. Aquí el papel de la Iglesia tiene que estar al lado del pobre". Y es que, Antonio Cañizares le dijo al Papa Francisco en su último viaje a México que ha llegado el momento de que "la Iglesia de esa esperanza que se ha perdido".