El arquitecto D. Carlos Ballester Bernial hizo un profundo repaso de la evolcuión del urbanismo de la ciudad de Valencia desde la fundación de la ciudad hasta el 2021. Una conferencia en la que se desgranó el crecimiento evolutivo de la urbe y en donde se pudo observar cómo Valencia se ha ido amoldando a cada época. Valencia fue fundada por los romanos en el año 138 a. C. bajo el nombre de Valentia y sobre una pequeña isla del río Turia, que hoy podemos encontrar en la Almoina, en el Centro Histórico y en el Barrio del Carmen, pero la población no empezó a crecer hasta el siglo III, después de la destrucción de Sagunto, que era la capital de todo el área.
Se comienzan a construir edificios públicos e infraestructuras, como un puerto fluvial situado donde están hoy las Torres de Serranos. De la época visigoda son pocos los restos y las fuentes que se han encontrado. Lo único que queda se encuentra en el yacimiento junto a La Catedral de Valencia.
Más tarde, en torno al año 718, llegaban a Valencia los musulmanes. Abd al Raman I construyó durante este período unos jardines, a los que llamó Russafa, que en actualidad el Barrio de Ruzafa. El nombre árabe de Valencia es Balansiya.La ciudad se desarrolló con los árabes, que imprimieron unas características perfectamente reconocibles a principios del siglo XVIII, cuando el padre Vicente Tosca grabó su famoso mapa. Así, el centro de la ciudad estaba formado por calles estrechas y sinuosas y seguía un esquema de anillos superpuesto y un cierto trazado radial que unía el centro cívico con las puertas de acceso a la ciudad.
En el Renacimiento, y el Barroco, la ciudad alcanza su esplendor, fue la llamada ciudad conventual: A finales del XVII existían en Valencia 42 conventos, que ocupaban una sexta parte del recinto intramuros. En el siglo XVIII, la nueva clase dominante, la burguesía intenta imponer su modelo de ciudad: Un espacio nuevo, sano y decoroso, justo lo contrario de lo que era Valencia, ya que se ahogaba con las murallas. Éstas se derriban y comienza el ensanche de la ciudad, pero se pierde la oportunidad de haber hecho un gran proyecto de ciudad.
Los planes del Ensanche se acometieron parcialmente y hubo grandes problemas, además de generar un crecimiento ordenado de la gran Valencia, ya que la periferia creció de forma desordenada y se creció sobre la huerta valenciana, una destrucción de un valor paisajístico único en Europa.