El llamado discurso escatológico de Jesús tal como lo narran los tres evangelios de San Marcos, San Mateo y San Lucas se refiere a un hecho histórico que sucedió y que está contrastado por los historiadores.
En ese discurso escatológico de Jesús anunció la destrucción del templo de Jerusalén, que se produjo décadas después, en el año 70 d. C, y se culminó de forma sangrienta y cruel por Tito, hijo del emperador Vespasiano. Los datos según el historiador judío Flavio Josefo en su obra la Guerra Judía son terribles; más de 80.000 muertos. Los informes de la época narran gran cantidad de homicidios, matanzas, saqueos e incendios, hambre, ensañamientos con los cadáveres, y destrucción total en un radio de 18km., alrededor del la ciudad de Jerusalén.
El evangelio de San Marcos sirviéndose del profeta Daniel, anuncia guerras y "la llegada del fin". Jesús había amado la ciudad de Jerusalén y al Templo como propiedad de su Padre. Jesús había enseñando en el templo y lo había purificado del negocio de los mercaderes. Pero también profetizó que el nuevo Templo sería ÉL, por su Pasión Muerte y Resurrección, cuando lo acusaron de blasfemia y profanar el templo judío.