En la novena edición de Tardes de LiterAteneo contamos con la presencia de Jimmy Entraigües, quien desde niño, alentado por la afición a la lectura de su papá, se acostumbró a las historietas y los libros de aventuras en Buenos Aires. Su pasión eran las palabras, pero el cine lo atrapó cada vez más. Escribir no sólo era divertido, también le permitió tomar contacto con otros pensamientos y otras maneras de ver la realidad.
Él escribe por amor y por el deseo de manifestarse vivo y tener el regalo de viajar un ratito por este universo. Escribe desde la adolescencia y con el paso del tiempo descubrió que la escritura requiere mimo y cuidado. Le encantan todos los géneros, pero reconoce que el tema sobre el que más le gusta escribir es el fantástico.
Desde sus orígenes el cine aprovechó las narraciones y los textos literarios para llevarlos a la pantalla y ampliar el contenido de sus propuestas. Así Georges Méliès nos hizo visitar la Luna en 1902 cuando filmó 'Viaje a la Luna', adaptando la novela de J. Verne. También hemos visto a Fausto vender su alma, en el 'Fausto' de F.W. Murnau en 1926 o descubrir, junto al detective Marlowe, las redes del crimen en 'La dama del lago', basada en la novela de R. Chandler, allá por 1947, o la decadencia de la aristocracia en 'El gatopardo' (1963), de L. Vsconti, a partir de la novela de Lampedusa. Desde su nacimiento, el cine aprovechó el lenguaje de la literatura así como, a posteriori, la literatura se aprovechó del cine.