A las 18 horas del día primero de diciembre, en torno a la mesa de la Sala de la Tertulia Taurina en el séptimo piso del Ateneo Mercantil de Valencia se reunió un grupo de tertulianos, venciendo las inclemencias del tiempo y la competencia del fútbol, para iniciar el Ciclo Novilleros Invitados con la presencia de Israel Guirao, joven con 14 años de edad, alumno de la Escuela Taurina de Valencia y estudiante de tercero de ESO en el IES Martín i Soler de Mislata.
Nicasio Jiménez tomó la palabra para saludar a los asistentes, excusar la ausencia de Paco Roger por circunstancias familiares y de Ximo Ródenas por sus obligaciones profesionales, para comentar el desarrollo del acto de entrega de premios del programa Toros con el Soro y, de paso, presentar al invitado Israel Guirao, que llega al mundo del toro para el que se está preparando desde los nueve años. Nicasio dio paso a Salvador Chapa que comentó un breve dossier de prensa sobre los primeros tentaderos y festejos en los que ha participado Israel, que puede sintetizarse en esta frase de José Luis Benlloch: "... quienes le han visto hablan y no acaban de sus posibilidades".
La anécdota de sus actuaciones en su primer año, entre marzo y octubre, explicada por el interesado, ocurrió en Alicante donde a consecuencia de una voltereta tuvo que ser llevado al Hospital de Alicante, en el que fue atendido en el departamento de Pediatría.
Nicasio Jiménez entrevistó a Israel para conocer los comienzos de su vida taurina y de la afición de un niño que "quería ser torero" a pesar de no tener antecedentes taurinos en la familia. A los 7 años le llevaron a la Escuela Taurina de Valencia y le dijeron que tenía que esperar dos años, tiempo que se le pasó más rápido que los cinco que ha necesitado para poderse poner delante de una res.
Habló de su primer tentadero, organizado por Román, y de la primera corrida que presenció en Las Ventas cuando tenía 9 años. Considera Israel que la responsabilidad, la concentración y la mentalización son claves para poderse enfrentar a un astado, sabe diferenciar muy bien las reacciones que uno tiene cuando las cosas van bien y cuando las cosas van mal, y estima que el peor momento es cuando, muerto el toro, sabes que no lo has hecho bien.
Israel continuó su exposición destacando cómo cambia el estado de ánimo desde que entras en la plaza hasta que llega el instante de ponerse ante la res, la importancia de aprovechar las oportunidades y ser consciente de ello, la incertidumbre en los tentaderos sobre la hora de salir al ruedo, su interés temprano por conocer los distintos encastes, y especialmente, que la educación en valores como disciplina, respeto y decoro empieza en la familia y se complementa en la Escuela Taurina.
Los asistentes quedaron muy admirados por el sentido común, la espontaneidad, el aplomo y la claridad de Israel en sus respuestas y comentarios. Admirador de José Tomás, ya se considera placeado, diferencia muy bien entre el público más cercano y reconocible de los tentaderos y el de la plaza, sueña con el éxito y la gloria y con dejar los añojos para ponerse delante de un toro, tiene muy claro que lo decisivo es tener una personalidad reconocible, y lo difícil y dura que es la vida del que empieza en la que deben ir juntos los dos caminos, los estudios y el toreo.
Con una foto de familia se cerró una tarde intensa y breve que dejó en los asistentes un sabor muy agradable hasta la próxima tertulia que será el jueves 15 de diciembre.
Salvador Chapa